«Casa del Conde» Sádaba.
Los libros escritos por Carlos Ripalda Gabás de Navardún, entre los años 2013 y 2016 sobre la Valdonsella y titulados: «Navardún, Historia de la Valdonsella» y «Los Tesoros ocultos de la Valdonsella», respectivamente, que en su momento me hice eco de su presentación, me han sido, casi imprescindibles para realizar el estudio de «Las ermitas de las Cinco Villas de Aragón», ya que muchas de ellas han permanecido en los pueblos y pardinas de la Valdonsella y Carlos Ripalda Gabás, de estos entornos, tenía todas reseñadas. Hace un tiempo, Carlos llegó a este mismo espacio como FIRMA INVITADA, y con aquel tema nos aportó sus datos personales: *Recordar *
(Las fotos son del mismo autor)
DE URRIÉS A SÁDABA –
DE CASA ORAN A CASA DEL CONDE.
Escudo de la Casa del Conde. Sádaba
Disfrutando de mis paseos por las Cinco Villas, me encontré con una casona en Sádaba, el típico palacio aragonés, con galería de arquillos de ladrillo rematada por un alero artístico de gran voladizo. Esta llamada “Casa del Conde”, en su fachada una piedra armera con un escudo que me resultaba familiar, era similar a la que luce la elegante fachada, coronada por un frontón triangular apoyado en columnas toscanas de “Casa Oran” en Urriés, pero en este se veía claramente una inscripción “DE LOS MARCOS”, ¿Qué relación había entre las dos casas?.
Casa de Los Marco . URRIÉS . Actualmente Casa Orán
La familia Marco o Marcos, infanzones procedentes de Biel, se establecieron en Urriés a mediados del siglo XVI. Esta familia se casó con familias infanzonas de la localidad y de la Valdonsella, por lo que tuvo gran arraigo, ampliando considerablemente su hacienda. También fundaron en Urriés una capellanía que tenía que estar a la altura de su hegemonía en la zona, con la advocación de san Esteban se podía decir que era la iglesia de Urriés y estaba dotada con una importante cuantía económica.
Los Marco eran sepultados en lugar preeminente de la iglesia, con suntuosos entierros como el de Sebastián Marco en 1669 con doce sacerdotes y dejando pagadas por su alma trescientas misas. Sebastián era el abuelo de José Marco que casó con Josefa Ventura Solana en 1723, siendo padres de Mónica y Manuela Marco y Ventura. Rehabilitó la fachada de su casa colocando el blasón de la familia.
Siguiendo con la costumbre de hacer “buenos matrimonios” Mónica caso, en 1748, con el infanzón de Moyuela y residente en Zaragoza Bruno Borgas. Por esas fechas José Marco que había prestado dinero a varios de los más significativos propietarios de Sádaba, entre los que se encontraba José Benito Villanova, hizo ejecutar la deuda embargando varios bienes de estas familias por lo que trasladó su residencia a Sádaba.
En Urriés José Marco dejó en principio a su hermano como administrador, posteriormente Mónica Marco heredó la denominada “Casa de Urriés”, que abarcaba las tierras en Urriés, dos casas, cuatro corrales y un pajar, la suma de su valor ascendía al triple de los bienes del siguiente propietario de Urriés; también poseían tierras en Navardún; varios censos, que Mónica amplió, sobre ayuntamientos y particulares de la zona como el de Urriés, Isuerre, Longás y también lo que ellos denominaban la “Pardina de Rueyta o Roita”. Se decían señores del monte de Roita donde poseían la jurisdicción civil y criminal nombrando alcalde y guardias, tenían casa y colonos, con ermita o capilla. El capellán de la “Casa de Urriés” tenía obligación de decir o ir a decir misa al monte de Roita, los días de fiesta en tiempos de siega y trilla. Por supuesto tuvieron varios litigios con el Conde de Giraldeli señor temporal de las cinco sestas partes del monte de Roita.
El mayorazgo de Urriés lo heredó Alejandro Borgas y Marco, teniendo también administrador y tierras arrendadas ya que él residía en Zaragoza. Además de su gran hacienda, estaba muy bien relacionado, era primo del Conde de La Rosa, del que hablaremos más adelante, familia de los señores de Sibirana, de los de Larués y también de los de Gordués, por lo que optó a ser regidor de la ciudad de Zaragoza. Alejandro fue padre de José Martín Borgas casado con María Ana Cortes, con un turbulento matrimonio, comenzaron a vender parte de las fincas de la casa de Urriés. Su hijo Martín Borgas Cortes a finales del siglo XIX trasladó su residencia a Urriés llegando a vender todos los bienes que poseía en la zona. La casa fue comprada en el segundo decenio del siglo XX por la familia Villagóiz, cambiando su denominación por “Casa Oran”.
Cuando José Marco se estableció en Sádaba, continuó agrandando su hacienda y con su costumbre de “casar bien” a sus hijas no dudó en casar en 1752 a Manuela con el comerciante Eugenio hijo de su antiguo deudor José Benito Villanova. El Infanzón Eugenio Villanova, era señor de los lugares de Alabes y de la Pardina de Miana y Regidor perpetuo de la Villa de Sádaba. En 1775 Josef Marco presentó documentación para la utilización de blasón en Sádaba, que ya lucia en la fachada de su casa, poco después Manuela heredo la hacienda de su padre en Sádaba.
Eugenio y Manuela tuvieron dos hijas Francisca e Ignacia. Continuando con la costumbre de hacer “buenos matrimonios” casaron a Francisca, a la que asignaron una considerable dote, con Antonio José Amar y Borbón con poca fortuna pero de “buena familia” y de carrera militar por lo que sería elegido para cargos de poder, como del de virrey de Nueva Granada entre 1802 y 1810. Francisca era conocida por su amor al dinero y manipulación de mercancías y precios, cualidades que había aprendido de sus padres, también parece que ella dominaba a su marido y tras las revoluciones en su virreinato tuvieron que regresar a España.
Eugenio Villanova casó a Ignacia a sus veintinueve años, con el viudo Francisco Castro Pimentel Lozano, Conde de la Rosa. Tras quedarse viuda trasladó su residencia a Sádaba y desde entonces la casa se denominó “Casa del Conde”, ejerciendo ella de “Condesa viuda de La Rosa” durante varios años en los que siguió ampliando su hacienda. Su hijo Francisco Castro Pimentel Villanova heredó el título de Conde de La Rosa y el patrimonio de la familia del que recibía unas enormes rentas anuales, siendo senador vitalicio del reino desde 1845.
La historia de la casa de Sádaba continuó ligada a la historia del Conde de La Rosa, ya con la familia Castro hasta el año 1904 que quedó vacante el título.
Como no encuentro un listado completo de los titulares de este Condado, pienso que por su complejidad, con vuestro permiso me voy a permitir incluir uno, que puede tener errores pero pienso está completo.
TITULARES DEL CONDADO DE LA ROSA.
(Desde 1985 Conde de la Rosa de Abarca)
En 1680 el Rey Carlos II instituyo este título en:
1. Sancho Abarca Herrera de Guzmán Toledo y Luna.
2. Juan Jerónimo Abarca Villalon.
3. ¿…? Abarca. (Casado con doña ¿…? Palomba).
4. Inés Abarca Palomba.
5. María Antonia Lozano y Abarca Marcilla de Caparroso.
6. Francisco de Paula Castro Lozano Pimentel Abarca.
7. Francisco Castro y Villanova Pimentel y Abarca.
8. Francisco de Castro y Juan.
9. Francisco de Castro y Mencos. (Queda vacante el título, llegando a caducar).
10. Blanca Carrillo de Albornoz y Elío. (Rehabilita el título en 1924).
11. José de Aragón y Carrillo de Albornoz, Barroeta-Aldámar y Elío.
12. Alejandro de Mora y Aragón. (Solicitó el cambio de denominación por el de Conde de la Rosa de Abarca).
Fuentes consultadas:
Archivo Histórico Provincial de Zaragoza.
Archivo Histórico Nacional.
Archivo Diocesano de Jaca.
Boletín Oficial del Estado.
Gaceta de Madrid.
Escudo de Los Marco en Urriés.
4 comentarios
Igual que Maria de Castro, me ha resultado de interes conocer de la familia Marco y su vinculación a Sadaba.
Muchas gracias a ustedes por conservar y donar el impresionante archivo de esta casa, cajas y cajas… que nos encanta consultar y que aportan muchos datos para el conocimiento de nuestra historia.
Un saludo.
Nos satisface plenamente le haya sido favorable este artículo. Informaré a su autor. Gracias por su comentario José Ramón Gaspar.
Me presento, soy María de Castro actual propietaria de la casa de Sadaba. Agradezco la información ya que nos faltaba completar todo lo relacionado con la familia Marco.
Un saludo