Antonio García Omedes*
Miembro Numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis
Para disfrutar de cuanto nos expone en este artículo Antonio García Omedes, aconsejo visitar su extraordinaria página Web: www.romanicoaragonés.com y más concretamente lo relacionado con esta Comarca: Las Cinco Villas de Aragón
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UNA APROXIMACIÓN A LA COMARCA DE LAS CINCO VILLAS
DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL AFICIONADO AL ARTE ROMÁNICO
El extenso territorio de la Comarca de las Cinco Villas es una contínua oportunidad para poder saltar de sorpresa en sorpresa cuando tu pasión, como es mi caso, consiste en recorrer, fotografiar, comprender y difundir a través de internet su tremendo panorama románico.
En principio uno se acerca a esta tierra con la idea de que lo típico está en Sos del Rey Católico y en Uncastillo y que estas son las localidades a visitar para seguir camino en busca de otros lugares señalados en las guías turísticas. Sin duda son dos localidades de primer orden que hay que recorrer despacito, pero que en absoluto deben de eclipsar al tremendo potencial arquitectónico e histórico medieval del resto de la comarca.
En lo tocante a fortificaciones medievales, el grueso de las mismas se halla en la zona norte: Ruesta, Sos, Sibirana, Biel, Luesia, Uncastillo y Sádaba son referentes obligados a visitar. Más al sur, en tierra llana, el castillo de Obano o los más tardíos de Yecra y Sora completan una amplia nómina de enclaves defensivos.
Sin desmerecer a ninguno de los lugares citados, quiero recordar la honda impresión que me produjeron las torres de Sibirana la primera vez que las visité.
Tras admirar la formación natural del pozo Pigalo y seguir pisteando en su búsqueda, la aparición de las mismas encaramadas a lo alto de un espectacular peñasco es una imagen que no desaparecerá nunca de mi retina, así como tampoco podrá borrarse la impotencia sentida cuando contemplé la ruina silenciosa de la ermita de Santa Quiteria a pocos metros de estas torres, a la que asistimos con la impotente vergüenza de que nadie trate de evitarlo.
Una vez en Sibirana, es obligado volver a la pista inicial y continuar en dirección norte hacia la sierra de Santo Domingo para disfrutar del lugar de Corral de Calvo y de su templo prerrománico para empezar a comprender la evolución cronológica del arte románico en toda su amplitud.
Sos del Rey Católico es una localidad que hay que recorrer y callejear para disfrutar de su sabor medieval. La parroquial de San Esteban con sus inacabables ábsides y su cripta de finales del XI que guarda obra escultórica de primer orden del maestro Esteban sitúa a la comarca con este edificio de primera fila en la ruta de peregrinación a Compostela. De allí vino para refugiarse, amparado por Sancho Ramírez, el obispo Diego Peláez desbancado de Santiago por otro Diego (Gelmírez). Con él llegó el magnífico escultor Mateo que trabajó en esta cripta, en la catedral de Pamplona y en otras zonas de Navarra.
El paso abovedado bajo el templo realza el carácter fronterizo y defensivo del conjunto y lo relaciona con otro monumento singular de Aragón que posee una estructura muy similar: la iglesia de San Pedro del castillo de Loarre.
Uncastillo es otro de los lugares inexcusables a visitar. Allí nos espera su entramado urbano de callejuelas absolutamente medievales y una pléyade de iglesias románicas que a ningún amante del románico dejarán indiferente. De entre todas hay que destacar a la parroquial de Santa María cuya obra escultórica distribuida entre sus canecillos, capiteles interiores y exteriores y sobre todo en su espectacular portada meridional, nos recuerda la vinculación de este templo con el gran taller del Bearn procedente del sur de Francia y magistralmente estudiado por el profesor Jacques Lacoste.
Es trascendente la llegada a Uncastillo de escultores de la región francesa del Bearn porque con ellos trabajó y aprendió el oficio un cantero que con el paso del tiempo alcanzó talla y renombre como “el maestro de Agüero”, o “de San Juan de la Peña”, que de las dos formas se le conoce. Su obra también influenciada por las corrientes que le llegarán desde Silos a través de las tierras de Soria va a adquirir una categoría de primer nivel en el último tercio del siglo XII expandiéndose ampliamente por la comarca de las Cinco Villas, por la provincia de Huesca y también por la vecina Navarra.
San Felices de Uncastillo, San Gil de Luna, San Salvador de Ejea, San Antón de Tauste, San Salvador de Luesia, San Nicolás de El Frago o San Miguel de Biota son edificaciones en las que podemos reconocer su obra, que por ser tan extensa inclina a creer que trasciende de una solo escultor y que realmente pertenece a un taller encabezado por éste y acaso por algún otro dentro de una potente fraternidad medieval que trabaja casi en serie, repitiendo modelos y arquetipos. Su celebrada “bailarina” aparece como una firma de taller en bastantes de los lugares de esta extensa obra, siendo la situada en un ventanal interior de la cabecera de San Gil de Luna la primera de muchas otras. Su postrera obra, según tesis doctoral del Dr. García Lloret fue San Miguel de Biota, en cuya portada sur aparece con el tallante al hombro en el que puede que sea su retrato esculpido, mientras ve llegar su propia muerte desapareciendo entre las fauces de un ser monstruoso y cerrando así un ciclo de muerte-resurrección que el taller desarrolló en los sucesivos templos en los que ha trabajado.
Destacables son también los monasterios de Puilampa y Cambrón en los alrededores de Sádaba. Monasterios masculino y femenino respectivamente; magníficamente conservada la iglesia del primero que constituye una de las visitas obligadas del románico cincovillés. Respecto del segundo, el monasterio de la Concepción de la Virgen de Cambrón, la sensación que transmite es la de vergüenza. Vergüenza por su ruina, abandono y expolio que ni la propiedad ni el Gobierno de Aragón han sabido detener de ninguna de las maneras posibles. Ojalá veamos detenerse su ruina y consolidar su magnífica fábrica.
En fin, que de norte a sur y de este a oeste, las Cinco Vilas es una comarca en la que el amante del románico tiene múltiples oportunidades de disfrutar de fortificaciones, monasterios, templos, maestros escultores, naturaleza y también, que todo es importante, gastronomía.
Huesca 7 de mayo de 2016
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4 comentarios
La Firma invitada de hoy, una firma «de campanillas», nos regala un artículo a conservar, y reafirma en la necesidad de rescatar nuestra «Ruta del Románico». Enhorabuena al autor y a Pepe Ramón.
Enhorabuena, José Ramón, por traer a tu Blog a tan ilustre miembro de la Real Academia de San Luis, experto en historia y arte, quien de manera llana y clara, presenta al lector la realidad de nuestra región, referente al arte románico, como es D. Antonio García Omedes.
La mayoría de todos estos monumentos, he tenido el gusto de disfrutarlos en compañía de mi amigo Javier Planas, tiempo ha, pero que tenemos que volver a recorrer y y volver gozar de su belleza.
De nuevo enhorabuena.
Antonio García Omedes es un gran profesional y muy ilusionado con su trabajo, He visitado la zona de las Cinco Villas varias veces y a medida que he ido leyendo el articulo me venía a la memoria las imágenes de esos monumentos románicos el cual conoce muy bien.Gracias Antonio por tu trabajo.
Antonio García Omedes es un referente en todo lo relacionado con el románico y su web imprescindible para los amantes del arte. Gran trabajo de campo con fotografías de gran belleza. Enhorabuena,