Benjamín Bentura Remacha*
La reseña del Autor pueden leerla en su primer artículo de este blog.
LOS MÉDICOS DE EJEA.
II- Los emigrantes.
Ya he hablado de los hermanos Mayayo Dehesa y de Juan Antonio Dehesa Baqué, al que volveré a citar cuando trate de explicar lo que fue la odontología en estos lares, también he citado a la hija de José Luis Bericat y a los hijos de Nogué, pero la lista de naturales o descendientes de estos que estudiaron Medicina es bastante amplia e importante. Por ejemplo, buen ejemplo, Alfonso Manuel Dehesa Bailo que nació en Ejea el 23 de enero de 1895. Estudio su carrera en Granada con veintitrés matrículas de honor, premio extraordinario en su licenciatura y en su doctorado. Marchó a Munich a estudiar Anatomía y en 1926 presentó en Friburgo un trabajo sobre el “Desarrollo de la próstata humana”. Estudios de Embriología y Anatomía Patológica en Madrid en la Facultad de San Carlos. Pensionado en la University College de Londres fue nombrado profesor extraordinario en el departamento del profesor Hill. De vuelta a Madrid pasó a regentar la nueva cátedra de Embriología, fue nombrado jefe del servicio de Anatomía Patológía y ganó la cátedra de Anatomía de Salamanca, edjerció en la de Valladolid y opositó a la de Madrid a la muerte del doctor Villa, oposición que ganó por votación el 30 de junio de 1952. Obtuvo 24 votos frente a los 6 del segundo y a los 3 del tercero. Hubo muchos dimes y diretes durante los meses siguientes hasta que el doctor Dehesa Bailo consiguió que se repitiera la votación con el resultado de que el de Ejea consiguió un voto más, 25. Ni aun así logró que se firmara su nombramiento y sin esa deseada firma se fue al otro mundo el 28 de noviembre de 1953. A los pocos meses de su muerte las autoridades nombraron para dicha cátedra al opositor que consiguió 6 votos en la primera votación. Claro como el agua de Bañera.
Del resto de ejeanos o descendientes de tales en la profesión que ejercen o han ejercido lejos de nuestra comarca hay que citar a Fernando Aznarez, hijo de la Casiana, otorrino en Zaragoza, Pedro Cía y a su hijo, los dos en el Hospital Clínico de Zaragoza, Pedro como mediador y consejero de los muchos cincovilleses que han pasado estos años por el hospital y su hijo como director del departamento para el tratamiento del dolor. Una sobrina suya, hija de su hermana Pilar, Isabel Gutiérrez Cía, es la actual directora del Clínico. A Antonio Jiménez Aznárez, que primero fue especialista del aparato digestivo y luego abrió en este mismo hospital la especialidad de Endocrinologia. Ana Berní Wennaker, hija de José Blas Berní Bentura, que, después de trabajar en distintos centros y sobre todo en el Hospital de Tudela, ejerce como nefróloga en el repetido Hospital Clínico. Este año alcanzó el doctorado. A Manuel Lambán, pediatra, hijo del guarnicionero del Muro, José Miguel Arceiz, de origen soriano y de Castiliscar, Alicia Ayesa directora de una consulta de Ejea, Antonio Pérez Lasierra, urólogo en Huesca, de la familia de los “ANPELA”, comercio de confección del Muro, junto a “Herdy”, y Fernando Sánchez Navarro, cardiólogo de gran prestigio que hizo prácticas en Ejea con el doctor don José María Dehesa y que ha dado lustre y experiencia durante años a la sección de Cardiología del Miguel Servet y evolucionado en los sistemas de controles cardiacos. Ángel Labena que montó una clínica en el Muro, frente a la avenida de Fernando el Católico, con su hija, odontóloga, que dirige otra clínica de atención dental cerca da La Oliva y próxima a otra clínica dental, «San Jorge», en la calle del mismo nombre, Melchor Hungría, Jesús Suescum, especialista en acupuntura, hijo de don Félix, el practicante de Rivas, el doctor Posa siempre vestido de negro y que murió en un accidente de moto en la carretera de Ejea a Erla, protector del escultor Fontecha y de una familia centroeuropea que formaban un coro especial, e Inés Sauras Yera, riverana, médico de familia en el Centro de Torre Ramona de Zaragoza.
Algunos recuerdos más como el de Antonio Gracia en Tauste, Alejandro Martínez Saldaña, natural de Arándiga, destinado a Biota por los años 20 del siglo pasado y casado con Melchora Abad, vecina de este lugar, y Antonio Labayen que fue desterrado a Luesia y allí, uno más, contrajo nupcias y ejerció hasta su muerte con el beneplácito de los luesianos.
POSTDATA: Hay una calle en Ejea que desemboca en la calle Mediavilla y que lleva el nombre de doctor Ibañez. Ante mi supina ignorancia le pregunté a Daniel Blasco, persona de enciclopédico conocimiento ejeano, y me aclaró contundentemente que Ibáñez fue un médico de mediado el siglo XIX que vino de Teruel (Tramacastilla) y que publicó una obra que trataba algo así como de la enfermedades ejeanas según las características topográficas de los distintos terrenos del lugar. Sería interesante conocer la obra de don Agustín Ibáñez y valorar los méritos del citado facultativo. Puede ser el primer médico ejeano con nombre y apellido. Aclarar que un médico ya citado en la primera fase, Serafín Navarro, era de Lumpiaque, que casó en Rivas con María Aznárez, abuelos de la farmacéutica Ana Navarro y ejerció como médico en Sádaba. Y mis penúltimos conocimientos, el hijo de don Fabriciano Benavides, José Luis, que fue médico de la SEAT en Barcelona y médico militar, Blanca Navarro, hija y hermana de veterinarios, que ejerce la medicina en Zaragoza, y en la misma ciudad, Beatriz Abadía Álvarez, Katí Laborda en el Centro de Salud de Ejea y Sonia Larraga Alayeto y, en la Comunidad catalana, José Barco Abán, hijo de dos maestros bien conocidos y de gratos recuerdos en Ejea, D. Jacinto y Dña. Teresa. Una más, la doctora Wichmann, hija de Ricardo von Wichmann y nieta de Carmen de Miguel Bentura, casada con Gerardo von Wichmann, barón de Wichmann y excombatiente en Camerún. Tinte de “Los Alemanes”.
(Continuará.)
Benjamín Bentura. Septiembre 2o16
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