Ya en 2020, la Asociación Naturalista Ansar de Aragón, los amantes de la naturaleza y entusiastas de nuestros bellos paisajes de las Cinco Villas, se llevaban las manos a la cabeza de lo que se avecinaba a nuestra comarca, viendo que para muchos ayuntamientos iba a ser una fuente de ingresos, y para algunas de sus gentes, les llegaba una lotería que les iba a permitir vivir holgadamente lejos del pueblo y sin cultivar sus tierras.*Recordar*
Hoy en su página de Facebook, Eduardo Viñuales Cobos lleva enérgico su dedo a la misma llaga, consciente de que el daño que va a causarse a las especies protegidas y la pérdida de la belleza de nuestros paisajes, no serán compensadas con los euros que les lleguen a los bolsillos de unos cuantos. Leer aquí
Muchos son los lectores asombrados del resultado de esta iniciativa, a los que muy gustoso me uno, sabiendo que nada bueno aportará al conjunto de la comarca, ya que lo que aquí se produzca de mala manera servirá para crear trabajo e industrias. Habrá que seguir instalando más torres de hierro por nuestros campos para llevarles la energía donde sea preciso, y mientras nosotros aguantando el ruido de los molinos, el impacto ambiental en nuestros montes y apenados viendo las aves maltrechas. Otra cosa será que la electricidad producida en estos parques eólicos, tanto a sus ayuntamientos como a su vecindario, pueda llegarles a un precio inferior o simbólico. Es bien sabido que con fórmulas beneficiosas para la mayoría, todo se ve mejor. (Foto de Viñuales y ver más en su fecebook)
Recientemente se ha creado una plataforma en defensa de este territorio.
«Las afecciones provocadas por ruido son elevadísimas, impedirán la vida normal en estos municipios, afectándoles enormemente. El ruido produce sordera, acúfenos, vértigos, mareos, cefaleas, migrañas, ansiedad/depresión, irritabilidad y deterioro en la calidad de vida».
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