HISTORIAS DE NUESTROS PUEBLOS
Hace años que Manuel Pérez Gil nos dejó para siempre, hombre destacado en Sierra de Luna en el siglo pasado, fallecido el 29 de octubre 2009, que según la Hoja de Monlora de la villa de Luna, fue un «entusiasta monlorista, Vocal de la Filial de la Hermandad de Monlora por Sierra de Luna, colaborador habitual con numerosos artículos en la Hoja de Monlora y coautor del libro “Historia de Monlora”, que esa Hermandad editó en 1983 y cuya edición está agotada», tuvo la atención de facilitarme unos escritos con referencias a su pueblo, que considero importantes y que poco a poco, previa información a sus hijos iré trayendo a este rincón de mi blog para conocer mejor la Historia de Sierra de Luna.
Estoy seguro, que sus conocimientos, sus deseos de dar a conocer nuestra comarca, su afán de mejorarla y su amistad hacia mi persona, serían suficiente acicate para llegar a mi blog en la sección de FIRMA INVITADA.
Hoy, Manuel Pérez Gil no se encuentra entre nosotros, pero sus escritos, hacen que su saber y pasión por la historia de nuestros pueblos, hace que lo sintamos cercano.
El primero de estos escritos nos habla de lo que en principio fue Sierra de Luna y lo expresa así:
SIERRA DE LUNA
En 1610 según Juan Bautista Labaña, geógrafo lisboeta, en Sierra de Luna había 12 vecinos y en las Casas de Viñés, 2 vecinos. «Está bajo la jurisdicción de Luna».
La aldea de la sierra de Luna contaba con varias casas diseminadas al pie de dicha sierra, tales como “Casas de Almalé”, “Casas de Rigor”, “Casas de Varón”, “Casas de Viñés”, “Casas de Juan Domingo”, “Casas de Navarro” y “Casa Ventura” (esta fue posterior)*. En un principio se le conoció como “Las casas de la sierra de Luna”, más tarde como “Las casas de Lambán”, en algunos documentos aparece como Lasierra, en otros como La sierra de Luna ó también La Sierra de Luna.
MAPA DE LA UBICACIÓN DE ESTAS CASAS ***
TODO ESTO EN FORMA DE VIDA
Las familias vivían en el monte en casas que eran parideras, ya que vivían del ganado y de la agricultura. Podían ser de una planta, o de dos. En la planta baja estaban las cuadras y almacenes y la planta noble era la vivienda de los propietarios. Había también otros edificios destinados a viviendas para los obreros, para encerrar el ganado lanar y cabrío, llamadas «Tiñas», pajar y trujal.
En las «Tiñas» había dos zonas, un serenao – corral al aire libre – y el cobertizo para el ganado. El serenado estaba cercado por un muro.
El pajar era donde se recogía la paja, una vez seca. La paja es el tallo de los cereales llamados de «caña», como el trigo, la cebada…, una vez que se ha cortado y separado el grano. Se hacían pacas, almacenándose al abrigo de la intemperie. La parte de la caña de escasa altura que queda en el suelo se llama rastrojo. La paja se utilizaba para cama de animales domésticos, caballos, gallinas y ganado ovino, formándose así la base del estiércol. También para colchones. Como alimento del ganado; para proteger la capa húmeda del suelo y para ponerla sobre él cuando está muy mojado y embarrado. Para material de construcción en la elaboración de adobes.
El trujal o lagar, era el edificio al cual se llevaban las uvas en roscaderos para pisarlas. Consistía en un estanque generalmente de piedra con un orificio de salida, en la parte baja para el mosto. A unos metros por encima se colocaban unos maderos alineados y se echaban las uvas, por las rendijas caía el vino fermentando el mosto juntamente con el escobajo de las mismas, uno o dos hombres, descalzos, estrujaban las uvas, pisándolas.
Las familias que construyeron el pueblo eran la mayoría de Luna, se agruparon alrededor de la primera o la principal que era la “Casa de Lambán”, hoy más conocida por casa del “Jaco”, pudiendo ser la más antigua. Está de rincón y sobre su fachada puede verse el escudo de armas de los Bonet, es de piedra de alabastro y los leones de piedra arenisca. Surgieron otras en su entorno como las de Carruez, Aranda, Pérez, Armalé, Viñés, Nocito y Naudín, todas de Luna. Varón y Navarro eran del Valle del Roncal. En visita Pastoral efectuada el 21 de diciembre de 1711 se dice que fue llevada a cabo en el lugar “Las Casas de Lambán”.
Se desconoce la fecha exacta en que tuvo lugar esta agrupación ya que los archivos se destruyeron intencionadamente en la primera mitad del siglo XIX, como más tarde se verá. Hasta 1821 está documentada alguna vivienda fuera del pueblo. En la actualidad ya no las hay.
El pueblo se encuentra en la falda de la sierra que le da nombre formando parte de los Montes de Castejón de Valdejasa y entre éstos y el pueblo están Los Poyos.
Sierra de Luna está situada al norte de la Muela del Castellar, en las Bajas Cinco Villas, en la Comunidad Autónoma de Aragón. Linda al norte con los términos de Piedratajada, Valpalmas y Luna, al sur con Castejón de Valdejasa, al este con Las Pedrosas y al oeste con Erla. Pertenece al Partido Judicial de Ejea de los Caballeros, que dista 25 Km. Está a una altitud de 401 metros sobre el nivel del mar. Tiene una superficie de 4390 Hectáreas. Dista de Zaragoza 50 Km y otros 50 Km de Huesca. El gentilicio es sierraluneros y también serranos. Todos los vecinos de los distintos pueblos de las Cinco Villas tienen un sobrenombre, los de la Sierra son “Carachos”. ***
La acividad es agrícola y ganadera. El 92% de los productos agrarios son cereales y el resto olivos, viñedo y almendros. Actualmente el cultivo de la vid ha decaido mucho y ha aumentado el del almendro. La agricultura es la razón de ser de Sierra de Luna. Es la base de su economía. El trigo de esta zona de las Cinco Villas es muy rico en gluten pudiendo pasar del 16 %. El rendimiento es bajo en relación con la superficie y el trabajo, sin embargo puede catalogarse de alto teniendo en cuenta las condiciones adversas del suelo y del clima. Los trigos más cultivados son «Estrella» y «Aragón 0-3». La cebada más cultivada es la «Griñón». La producción de aceite está destinada al consumo familiar, lo mismo que la vid, aunque los excedentes se venden entre los vecinos de Sierra de Luna, socios de la Cooperativa y otros lugares. Los almendros, frutales e higueras, abastecen el consumo familiar. También hay alguna colmena. Para el otoño abundan las setas.
La ganadería ovina era la segunda fuente de ingresos. Era de “rasa aragonesa” con especialidad de carne y lana. La cabaña se completaba con el ganado caprino si bien era muy inferior en proporción ya que al pastar destrozaba el bosque y el arbolado, además de dar menor rendimiento. Hubo rebaños de hasta 200 cabezas. Se alimentaban de pastos secos del terreno y plantas forrajeras. Los ternascos y cabritos que eran muy apreciados, permanecían estabulados hasta su venta o incorporación al rebaño. En las parideras había balsetes poco profundos y revestidos de piedra para el consumo humano y balsas más pequeñas para el ganado.*
Los campos de trigo, y hordio se abonaban con el fiemo del ganado que junto con el olivo y viñedo son los principales cultivos. El olivo llegó con los romanos procedente del Próximo Oriente siendo Libia el país originario, alcanzando su máximo apogeo en el siglo XVI. En esta tierra seca y árida está bien arraigado. Además de su fruto, la leña ha sido siempre utilizada para los hogares, cocinas y estufas. Otra fuente de ingresos familiar era la caza de conejos, liebres, codornices y perdices. **** Hasta mediados del siglo XX había en las casas animales domésticos en los corrales, criando gallinas, cerdos, conejos… En la cuadra de cada casa había borricos, mulas, yeguas y machos dependiendo del poder adquisitivo. También había alguna colmena. Se sembraban dos tipos de trigo, “hembrillas y catalanes”. Las hembrillas eran tipo candeal grano pequeño y duro, siendo la harina de máxima calidad. En cambio los catalanes eran precoces pero de calidad inferior.
El monte bajo está poblado de tomillo, esparto, aliaga y ontina.
Manuel Pérez Gil
Muelas del viejo molino aceitero
*************************************************************************************************
Sin comentarios