Salida de la Estación de Gallur (foto de Jereny Wisman)
Todo tiene sus momentos de gloria, y llegada su muerte, aquellos olvidados serán. Esto le ha sucedido al Ferrocarril Sádaba-Gallur, que tras largas discusiones, de donde debía nacer, en Zuera o Gallur, y por donde discurrir su camino hasta la villa del gran castillo, Sádaba. (Recordar) Nació, ayudó a mejorar la comarca y sucumbió, como todas las cosas.
Hoy en el Centenario de aquel nacimiento, que llenó de jolgorio a nuestros pueblos, no busco los arcos festivos que se levantaron en Tauste, Ejea y Sádaba, los halagos personales y en páginas de prensa dedicadas a políticos, a industriales y clero. Me basta con informar a Vds. con la visión de M. A. Campos y que en El Periódico de Aragón escribía en 2003:
FERROCARRILL Una línea que permaneció 55 años y que tenía una longitud de 53 kilómetros nació en 1915 y acabó en 1970
Durante el siglo pasado, la provincia de Zaragoza llegó a contar con una importante red de ferrocarriles de vía estrecha que no llegaron a complementarse entre sí al estar gestionadas por compañías independientes y servir zonas distantes dentro de la provincia.
La principal característica que les unía era la concepción propia como ferrocarriles secundarios, además de ser líneas con un marcado interés agrícola, limitadas a un ámbito regional y que durante su funcionamiento realizaron un importante papel social, paliando las graves deficiencias regionales en la red de comunicaciones terrestres. Algunos de estos ferrocarriles fueron transformados a vía de ancho normalizado, siendo los que mejor suerte corrieron, pero la mayoría de estos pequeños ferrocarriles fueron sucumbiendo poco a poco hasta su total desaparición sin llegar apenas hasta los años setenta.
Precisamente el último de estos ferrocarriles en desaparecer fue el FF.CC Gallur-Sádaba de 53 Kms., que vertebró durante 55 años la Comarca de las Cinco Villas. La iniciativa para este FF.CC data del año 1887, con la necesidad de enlazar el norte de la provincia de Zaragoza con la capital. Pero fue en el año 1904 con la publicación de la Ley de Ferrocarriles Secundarios cuando se tomó el impulso necesario para la creación de un ferrocarril de ancho métrico, que con origen en Gallur, punto de enlace con la línea Zaragoza-Alsasua de ancho normal, llegase hasta Sádaba. En un principio estuvo previsto su prolongación a través de Uncastillo y Sos hasta Sangüesa, en donde enlazaría con otros ferrocarriles secundarios desde ésta hasta Aoiz y Pamplona y con el proyectado Jaca-Sangüesa. La concesión para este ferrocarril se produjo por Real Orden de fecha 28 de febrero de 1912 gracias al excelentísimo señor D. Nicolás de Escorizaza y Fabro, posteriormente Vizconde de Escoriaza, una persona muy ilustre en el mundo del ferrocarril durante aquellos años, que mostró un gran interés por la situación de la comarca y que realizó cuantos trámites y trabajos fueron necesarios para la concesión de este necesitado ferrocarril.
Para su construcción y explotación fue constituida una sociedad anónima con un capital inicial de 2 millones de pesetas. en 2.000 acciones y 4.000 obligaciones, según figuraba en la escritura pública del 25 de marzo de 1912, formándose el primer Consejo de Administración que tuvo a Basilio Paraíso como presidente. La línea tenía su origen junto a las actuales dependencias de RENFE en la localidad de Gallur. A lo largo de sus 53 kilómetros fue necesario la construcción de cuatro tramos metálicos, que por orden de kilometración salvaban el Canal Imperial, el río Ebro, Canal de Tauste y barranco de Mira, respectivamente. Además se construyeron otros 3 puentes en hormigón que atravesaban los ríos Arba de Biel, Arba de Luesia y el Canal de Bárdenas, por aquellos años en construcción. Durante todo su recorrido se trazaron 32 curvas de entre 200 y 1.500 metros de radio, disponía también de numerosas rectas siendo la de mayor longitud de 14 kilómetros. y no fue necesario la construcción de túneles.
La línea discurría en ligero ascenso, salvando los 192 metros de altitud existentes entre las localidades de Gallur y Sádaba. Las principales poblaciones que atendía este ferrocarril fueron Gallur, Tauste, Ejea, Biota y Sádaba, donde fueron ubicadas sus estaciones, además se construyeron tres apeaderos que dieron servicio a las poblaciones de Mira, Escorón y Añesa.
La inauguración de esta línea tuvo lugar el día 30 de diciembre de 1915 al quedar finalizado el tramo entre Ejea y Sádaba, desde el día 19 de abril del mismo año ya se encontraba en servicio el tramo entre Gallur y Ejea, quedando ubicada en ésta última la sede de la Compañía. Para realizar el servicio en esta línea se dispuso de cinco locomotoras de vapor, adquiriéndose una sexta locomotora diesel en los últimos tiempos, dos automotores diesel modelo «Zaragoza», nueve coches de viajeros y noventa y cuatro furgones y vagones de todo tipo, además de un curioso vehículo de carretera Renault modelo NN transformado para circular sobre carriles, que era utilizado por las autoridades de la Compañía para inspeccionar y realizar visitas, si bien pudo haber sido utilizado por el General Franco para trasladarse hasta Ejea para inaugurar el cercano pantano de San Bartolomé en el año 1942, fecha en que fue adquirido este vehículo.
Este ferrocarril obtuvo ganancias del 5%, por lo que fue el único de los ferrocarriles secundarios que no precisó la garantía de interés del estado. El encarecimiento de los costosos trabajos de transbordo y explotación, originados por el diferente ancho de vía y la decadencia en general del ferrocarril motivó la clausura de la línea el día 8 de julio de 1970, siendo desmanteladas posteriormente todas sus dependencias y vías para ser utilizada su infraestructura por otros servicios y necesidades.
En mi blog quedaron casillas que aún conservan sus restos y alguna Estación que resistió a la piqueta o fue transformada para otros menesteres.
1 comentario
¡Qué pena, yo vivi aquella época y tengo unos recuerdos inolvidables de ese tren, soy de Biota, ibamos con las bicis hasta la estación a 5 kms, montabamos en los vagones de atras en marcha, y luego a un par de kms, nos dejabamos caer, para volver andando a coger nuestras bicis y regresar al pueblo, fué el primer tren que con 10 años incluso menos, nos subiamos y tuve mis primera aventuras, que sigo contando siempre a mis amigos, e hijos. Fueron inolvidables, ojalá no hubieran quitado esa linea de tren, venía muy bien para viajar por toda la comarca de las cinco villas, que además de ser muy bonita con paisajes muy alegres y muy sanos, sería muy turistico para la zona. ¡Lástima tener politicos que no se fijan en estas cosas tan importantes, y ponen su atención en otras mucho menos interesantes! Saludos a mis colegas de las cinco villas.