Estoy leyendo tu Historia
de grandeza e hidalguía,
de Reyes, Nobles, Guerreros,
Clérigos y Caballeros
honrando a Santa María.
En Tí celebraron Cortes…
y me parece mentira,
que hayan cerrado tus puertas
y estén tus campanas quietas,
Templo de Santa María.
¿Es el peso de los siglos
quien tu bóveda está hundiendo,
y tu regia fortaleza,
aun mostrándonos firmeza,
va su rectitud perdiendo?
¿Es que el peso de tus piedras
ya no lo resiste el suelo?
¿O no resiste unas obras
la generación de ahora,
de tan fiel y rico Pueblo?
Torre de Santa María,
del barrio antiguo y austero,
tu destacada silueta
no tiene tonos de fiesta,
aunque en Fiestas vive el Pueblo
con sus músicas y bailes,
bullicios, galas y fuegos…
Yo te evoco Iglesia mía,
quiero alegrar tu agonía
y ruego a tus campaneros:
Que una noche de las Fiestas
de jolgorios y jaranas,
enciendan todos los focos,
y aunque digan que están locos,
toquen todas las campanas
para que por un momento…
recordemos que en la Villa,
hay una Iglesia cerrada;
la Virgen abandonada
sin culto, luz ni alegría.
Parroquia de la Corona,
que tu románico Templo,
arquitectónica gloria,
¡Jamás escriba la Historia,
-Fue asolado por el tiempo.-
que si hay afán de progreso,
también honda fe en el pueblo.
Hay respeto a lo Divino
y amor al Arte y lo digno.
¡Que aún te quedan Caballeros!
Ejea Septiembre. 1969. José Ramón Gaspar
Programa Oficial de Fiestas, 1969.
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