Antigua Cuesta de la Fuente de Ejea
Llena de recuerdos para mi, esta vieja fotografía, que he recibido, de la Cuesta de la Fuente de Ejea de los Caballeros, posiblemente de los años cincuenta, aunque así permanecía hasta los años setenta, donde antes de reducir su tamaño, veo perfectamente unas reatas de mulas, cruzando el puente, que simplemente podían ir al abrevadero, que estaba a la derecha, al terminar el puente y al comienzo de la carretera de Rivas, o alguna de ellas llevaría unas angarillas de esparto con cuatro cántaros de agua para llenar la tinajas, en las zonas que no estaba el alcantarillado, como eran Las Eras Altas , donde vivían mis abuelos paternos, «Casa Añesa».
Bajando la Cuesta, la primera casa de la derecha, había sido construida por la familia «Bolea», que posteriormente habitaron otras familias y más profundo, la derecha, se aprecia lo que era la Tejería de los Tudela, o «Moñín».
Otras familias ejeanas habitaban las casas de planta baja, que estaban muy cuidadas, quedando a la izquierda, una flamante casa, conocida por *»El colador»*, donde se higienizaban las coladas que se hacían en el *lavadero* o en el río Arba.
Y a derecha e izquierda, unas familias gitanas vivían desde muy antiguo, muy apreciadas por la población, dedicadas a la elaboración de canastos, roscaderos, caracoleras, etc. y entre ellos, «El Chato y la Martina», estañador él, que se anunciaba por las calles con una voz inconfundible.
Y desde la zona llana de la huerta para subir al pueblo, la Cuesta. ¡Qué penurias para subir los carros y galeras cargados de mieses, de sacos de trigo o de leñas de la Bardena! ¡Au, au, au! eran los gritos o palabras de ánimo de los muleros, para que las caballerías no cedieran en el empeño de llegar arriba con la pesada carga.
¡Qué barrizales y rodadas permanecían en ella todo el invierno! ¡Qué polvaredas cuando el cierzo arreciaba y, qué sudores entre el polvo y las mulas agotadas con abrasador bochorno!
Gracias a Dios, todo aquello quedó en vago recuerdo para quienes lo vivimos.
Hoy la Cuesta está perfecta como acceso para los vehículos, con algunas zonas verdes; pero su entorno ha quedado tan degradado que da pena, (por no decir otra cosa), esperando una justa recuperación, que quede acorde con el recuperado lavadero y el puente de piedra que se va a restaurar.
Mientras tanto, la evocaré con unos versos, también muy viejos: *Recordar*
Y a derecha e izquierda, unas familias gitanas vivían desde muy antiguo, muy apreciadas por la población, dedicadas a la elaboración de canastos, roscaderos, caracoleras, etc. y entre ellos, «El Chato y la Martina», estañador él, que se anunciaba por las calles con una voz inconfundible.
Y desde la zona llana de la huerta para subir al pueblo, la Cuesta. ¡Qué penurias para subir los carros y galeras cargados de mieses, de sacos de trigo o de leñas de la Bardena! ¡Au, au, au! eran los gritos o palabras de ánimo de los muleros, para que las caballerías no cedieran en el empeño de llegar arriba con la pesada carga.
¡Qué barrizales y rodadas permanecían en ella todo el invierno! ¡Qué polvaredas cuando el cierzo arreciaba y, qué sudores entre el polvo y las mulas agotadas con abrasador bochorno!
Gracias a Dios, todo aquello quedó en vago recuerdo para quienes lo vivimos.
Hoy la Cuesta está perfecta como acceso para los vehículos, con algunas zonas verdes; pero su entorno ha quedado tan degradado que da pena, (por no decir otra cosa), esperando una justa recuperación, que quede acorde con el recuperado lavadero y el puente de piedra que se va a restaurar.
Mientras tanto, la evocaré con unos versos, también muy viejos: *Recordar*
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Fotos actuales
4 comentarios
mi opinión del día 29, se quedó cortada al final cuando pregunto si alguien tiene algún recuerdo del Sr. Antonio «CANGREJO», os acordais
lo ideal sería que esa zona se sanease pero ya. En estos momentos son muy pocas las personas que viven en esa zona y ya es hora de que se limpie y adecente. En estos momentos no tiene nada que ver a cuando vivia tanta gente, entre ellos los inolvidables MARTINA Y EL cHATO. Por cierto me viene a la memoria si alguien tiene algún recuerdo del Sr.Antonio
Una vez más, enhorabuena por todos los temas que nos acercas a esta Web.
Hasta el año 1959, que nos fuimos a vivir a Santa Anastasia, recuerdo a mi madre bajando y subiendo la cuesta con el canasto de ropa en la cabeza, vivíamos en Las Eras Altas (vaya antena horrorosa que han colocado donde estaba nuestra casa), como no teníamos agua, mi madre nos cogía a los tres hermanos y se nos llevaba al lavadero mientras ella hacía la colada.
También recuerdo, que un ganadero de la Eras, bajaba sus vacas a dar de beber al Arba, si coincidíamos en ese momento, me agarraba a la falda de mi madre «cagao de miedo», mi hermana Oli, me decía, «Venga tonto, sino hacen nada».
Recuerdo perfectamente a la Martina y al «Chato», que vivían bajando a la izquierda.
Mi tía María la de Pedro el Guardía, mi tía Martir, la del «Guindillero», mi tía Josefina la de «Haciendas», mi tia «Dora», la Lucía «La forcada»…..todavía viven….cuántas anécdotas guardaran en su recuerdo.
También conocida como LA CUESTA DE LOS GITANOS. Que por cierto no se a que espera el alcalde a adecentar esa zona porque es un foco de infección.
¿Como se permiten tener una zona así hoy en día? ¿acaso no lo ven?, seguramente será la costumbre de verla siempre así, pero la gente que pasa por primera vez se sorprende de que tengan lugares así…