Visitando este sosegado pueblo de Farasdués, me llamó la atención algunos molones de piedra que han quedado dormidos junto a la puerta de sus propietarios, otros más gruesos, de los que se empleaban para apisonar las eras, quedaron en ellas o junto a viejos pajares en desuso.
Según el diccionario, «Molón es una Piedra grande de figura irregular, aproximada a la esférica que se desprende de la cantera al barrenar «. En Navarra también se denomina así al molino.
En nuestra comarca de las Cinco Villas, llamamos molón al rulo pesado, que girando, sirve para aplastar los terrones en las tierras después de labrarlas o allanar el terreno de los sembrados, introduciendo en el suelo las piedras existentes que pueden dañar posteriormente las máquinas o equipos de recolección.
Los primeros molones conocidos han sido de piedra, como los que vemos en viejas eras de los pueblos, rotos y abandonados en los montes, e incluso, de «bancos» para el descanso en algunos pueblos, como los que vemos en Farasdués.
En las zonas, donde la piedra no está tan presente, los molones se fabricaban de hormigón, encofrado en un molde de madera, a veces se encofraba dentro de una carcasa metálica , con pinchos o sin ellos, o simplemente un tubo metálico cargado de agua en su interior.
Hoy, las mencionadas labores en nuestros campos se siguen realizando como siempre, pero los molones actuales pueden ser verdaderos artilugios con sistemas hidráulicos que se adaptan perfectamente al terreno, aunque lamentablemente, cuando no sean útiles no servirán para banco ni adorno en ninguna fachada, como los que quedan en Farasdués.
Inutilizado en la margen del campo
¿Han quedado de recuerdo los distintos modelos en la Venta de Iñigo de Tauste?
Modernos molones hidráulicos con otros implementos, fabricados en nuestra comarca
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