Situación GPS y altitud: 42º08’22»N-0º55’27»O-543m
Fue una más de las Ermitas construídas en Monlora, doce en su plana donde está el Santuario y en su camino desde Luna, en el entorno desde donde arranca el empinado sendero hasta la cima de la montaña, la ermita de la Virgen del Camino.
Solo tenemos referencias de ella aunque su nombre haya quedado en el libro «Historia de Monlora» y aquí, en mi blog la haya recordado en algún anterior post. *recordar*.
Hoy he tenido la suerte de encontrarme en el camino, justo en este lugar que estoy comentando, a Carlos Yera, que aunque joven, conoce a la perfección estos parajes llenos de vegetación y frondosidad que visita con frecuencia, ya que su profesión y actividad está ligada a la naturaleza y el medio ambiente y sueña con realizar distintos senderos, bien señalizados, en lugares tan reconocidos en nuestra zona como el Monte San Jorge y otros.
Charramos de distintos temas y, suponemos, como tantos amigos de Luna, que en esa ermita que existió en este lugar, tuvo que venerarse la Virgen María bajo la advocación de Virgen del Camino. No nos conociámos, pero pronto supe que Carlos era nieto de un buen amigo mío, José Solanas, que nos dejó huérfanos de una amabilidad excepcional, de simpatía y sinceridad arrolladora. Un hombre bonachón dificil de olvidar por quien lo conocimos y amante de su Virgen de Monlora.
Con esas premisas, comentadas anteriormente y atendiendo alguna iniciativa de varios devotos de Monlora, fue Jesús Peña, habilidoso escultor afincado en la villa de Luna, quien creó una talla de la Virgen con su Hijo en piedra arenisca, que es la que predomina en estos montes y, con la colaboración de La Hermandad de Monlora la instalaron el pasado año en el lugar comentado anteriormente.
Poco tiempo disfrutó la imagen de ese paraje idílico en las faldas del «Monte de mil aromas, Monte oloroso»; un amante de las imágenes en rústica piedra, o más amante de lo ajeno, la arrancó del lugar donde se instaló esperando bendiciones y se la llevó… con los más de 450 kilos que pesaba.
Sé que en su creador ha despertado un inusitado deber, de volver a realizar otra imagen de la Virgen del Camino para recordar aquella ermita que permaneció al borde de la subida a Monlora.
Desde mi blog, gracias a Carlos por su atención conmigo y mi felicitación a Jesús Peña por su entusiasta labor, que espero visitarlo pronto y conocerlo mejor con sus trabajos pétreos, confiando que la imagen que está realizando de la Virgen del Camino, esta vez sea anclada con más seguridad.
Carlos Yera Solanas subiendo a Monlora
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