El sendero se hace puente sobre las limpias aguas
Pegada a la ladera la fuente de toda la vida…
Se mantienen las viejas pozas que me comenta Floriano.
Junto a las valla que impide entre el ganado, Floriano me muestra su cuidado huerto, que yo lo veo muy grande.
Puedo traer como comienzo la misma frase que escribía hace un tiempo, al hablar del mismo tema : Si monumentalidad y arte respira la Villa de Uncastillo, su entorno es pura naturaleza para disfrutar de ella.
Queriendo conocer la Fuente Nueva, salí de la población por la carretera hacia Luesia y a pocos metros encontré la señal, indicando que a 200 metros, tenemos la mencionada Fuente.
Un sendero a la orilla del río, nos lleva hasta un nuevo puente de hierro y madera sobre el Riguel con escaso caudal de unas aguas transparentes, y entre chopos y verdor, pegada a la ladera Este de sus altos montes, se encuentra con una regia construcción de piedra picada, la Fuente Nueva.
Justo enfrente de la fuente, tiene su huerto Floriano, un hombre amable, con muchos años de trabajo en actividades de la construcción y en la carretera; pero con esas ganas de hacer las cosas bien, planifica, siembra y planta las hortalizas en esa hermoso huerto de suave tierra, junto al río.
Es la primera vez que tengo la ocasión de hablar con Floriano, y en el tema de la fuente, me aclara, que aunque se llame Fuente Nueva, es «la fuente de toda la vida, donde se iba a buscar el agua con cántaros e incluso, a lavar las mujeres en las viejas pozas que aún se conservan».
Lo que sí fue reconstruída el año 1945, como dice la placa de bronce junto a nombre.
Al despedirme, le aseguro a Floriano, que volveré este verano a comerme con él, uno de esos tomates de kilo, que cada año cría en este hermoso y tranquilo paraje de Uncastillo.
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