Asunción Duarte Bandrés, nacida en Luna y maestra en el Colegio Rural Agrupado Monlora. Directora de la Hoja Informativa de Monlora y coordinadora de las publicaciones y archivo de la Hermandad de Monlora; a los 26 años presidió la Hermandad. Está muy vinculada al lugar y a todas las Asociaciones de Luna, incluido el Grupo Musical Parroquial de Voces e instrumentos de cuerda, que en 2012 recuperaron la canción «Caminito de Monlora», creada por Francisco de Val en 1972 y escrita en «La Hoja» de aquellas fechas.
Casada con Jesús Catalán Sesma, farmacéutico de Luna y tiene tres hijos: Tomás, Inés y Pablo.
Hoy en este espacio de FIRMA INVITADA, nos desgrana la larga historia de la Hoja Informativa de Monlora al cumplir su Centenario.
Gracias Asun por tu atención con mi blog.
CENTENARIO DE LA HOJA INFORMATIVA DE MONLORA
Conmemorar significa recordar juntos. Y en todo recuerdo solidario hay algo jubiloso, alegre y compartido incluso cuando recordamos a personas queridas que dejaron su impronta en nosotros; porque al hacerlo afirmamos que siguen vivos en nuestra memoria. El desmemoriado voluntariamente, camina por la vida sin apoyo. “No saber lo que ha ocurrido antes de nosotros, es como seguir siendo niños” (Cicerón)
Necesitamos contemplarnos retrospectivamente. Cuando recordamos juntos, estamos mirándonos en un calendario común y reconocible. Por naturaleza nuestra memoria es selectiva, filtra aliviando el almacén de nuestros recuerdos Y ello nos enseña el auténtico significado de la Tradición, que no es una herencia inerte sino una selección fértil de lo que heredamos.
La Hojita de Monlora en buena medida, es parte de esa gran Memoria histórica compartida durante 100 años, con ese calendario común en que cada generación se mira y donde la siguiente se apoya
* ¿CUAL PUDO SER SU GESTACIÓN?
Libros Franciscanos
El pueblo mantenía su fervor y la venida de un sacerdote ilustre a Luna fue importante porque éste recogió sus amores, recuerdos y costumbres y las escribió para que nadie olvidara y futuras generaciones conociéramos tanta historia como albergaba Monlora. Era mosén Mariano Abadía y su librito “Brevísima Historia de la Virgen de Monlora” editado en 1894.
Por la fama de sus prodigios, el agua de su montaña, la tradición tan arraigada se extendió la devoción y Monlora fue realmente Imán peregrino de esta Comarca piadosa y de otras, cuyos favorecidos, como los pastores, transmitían esa atracción.
Monlora fue lugar de encuentro a nivel comarcal de la Junta de “Defensa de las Cinco Villas”. Era un grupo de personas que luchaban por su regeneración y progreso que fundaron el periódico “Cinco Villas”; allí surgieron proyectos como El Pantano de Villaverde. Y varios luneros, como Miguel Abad, secretario del Ayuntamiento, su tío Jesús en Zaragoza o mosén Fidel Castillo Tolosana, capitán castrense, escribieron artículos sobre Luna, Monlora y su romería de 1912.
Todo lo que se había publicado, además de lo dicho anteriormente, eran estampas con los Gozos impresas en 1845; pero los cantares o el Romance anónimo de Monlora eran transmitidos oralmente de padres a hijos y por aquellos heraldos que eran los mismos ermitaños en su ruta peregrina con la capilla de la Virgen de pueblo en pueblo y de región en región.
* ¿QUÉ ES LA HOJA DE MONLORA?
El medio de comunicación de la Hermandad mediante el que se informa de los aconteceres del santuario, lo que su Junta Rectora propone y realiza, colaborando a estrechar unos lazos de cercanía y sentimiento común en torno a la devoción a la Virgen de Monlora.
La primera Hoja aparece en febrero de 1918, fecha en la que todos los años se recuerda la Aparición de la Virgen en Monlora. La fundó el párroco de Luna, mosén Ramón Morales Serrano, doctor en Teología y pudo mantenerla hasta 1923 publicando 64 números mensuales con la colaboración del maestro y del boticario.
Tras un paréntesis renace en 1929 con el sacerdote Coadjutor de Luna, Manuel Mindán Manero, un gran intelectual que luego sería uno de los filósofos más renombrados de España, impulsada por él y el entonces Presidente de la Hermandad, Maximiliano Abad.
En la década de 1930 y tras la guerra civil la Hoja no se publicó pero, en 1947, la Junta Rectora tomó la iniciativa de volverla a la luz bajo la dirección del farmacéutico de Luna, Tomás Catalán Colón, durante un periodo de 41 años; en 1989 pidió relevo generacional sugiriendo ser sustituido por dos maestras, Julia Felices y Asunción Duarte quienes nos hicimos cargo de la revista durante tres años. Desde 1992 soy yo quien la dirijo dado que las sucesivas Juntas Rectoras me van ratificando.
* SU INICIO
Nació invocando una plegaria a la Virgen de Monlora y luego hizo su PRESENTACIÓN:
“Yo os saludo, caros lectores….
¿….Encontrareis acaso pobre mi presentación? Os suplico no me rechacéis, soy efecto del amor puro, desinteresado a esa Virgen…
…Con un gozo inexplicable, llegando hasta el último de los hogares, seré el portavoz de las enseñanzas de vuestro Pastor… No pretendo revestirme con las galas de la Literatura, inútil sería entonces mi presentación, soy sencillamente una buena amiga vuestra que encuentra un placer en expansionarse con vosotros y, que confiada en vuestro cariño e indulgencia, no se preocupa gran cosa de lo demás.
Cuando vuestra alma esté acibarada por la pena, leedme y hallaréis alivio en las luchas de la vida, y tanto en la prosperidad como en lo adverso, participará siempre de vuestro sentimiento La Hojita.”
Salía una vez al mes con cuatro páginas, no había fotos, solamente la Virgen en la portada. Además de formación religiosa y datos demográficos, daba noticias o cartas abiertas a los soldados en la guerra de Marruecos con los dineros que les enviaron y la respuesta de éstos
Había donativos para que ya pudiera publicarse, pero eran pocos los donantes y se repartía a la salida de misa para que a todos los fieles llegara La Hojita. Costaba 2 pesetas al año la suscripción y aquel que pagara 5 pesetas era considerado bienhechor.
* SEGUNDA ETAPA
A finales de 1926 vino a Luna como Coadjutor un joven sacerdote, Manuel Mindán Manero. Cogió el testigo de seguir publicando la revista, cuando el Arzobispo de Zaragoza le nombró Director espiritual de la Hermandad de Monlora. Sí, cogió el testigo y corrió mucho pero por poco tiempo, pues sólo duró hasta mayo de 1930.
Fueron cinco números maravillosos escritos los tres primeros, íntegramente por D.Manuel y los dos últimos por los dos sacerdotes y Maximiliano Abad, que entoces era el Presidente de la Junta de la Hermandad, gran poeta y buen gestor de la misma.
Manuel Mindán llegó a ser un gran filósofo en España; creó aquel niño cariñoso e inteligente “Monlorín” que junto con otro personaje llamado Ángel de Monlora dialogaban sobre la actualidad del pueblo y decía verdades que la prudencia le aconsejaba callar.
La edición tenía 8 páginas, no tenía solo carácter parroquial sino independiente como órgano de la Hermandad de Monlora. Y se editaron cada vez 700 Hojitas por las que se pagaban 34 pesetas.
A Manuel Mindán le debemos que se escribiera por primera vez el Romance antiguo de Monlora aquel que cantaban los ciegos y sabían de memoria los ancianos de la Comarca. Gracias a ello ahora, 100 años después sigue vivo en la memoria de los niños de Luna que lo escenifican cada febrero en la fiesta de la Aparición de la Virgen.
* TERCERA ETAPA
Surgió un paréntesis en los años de la guerra civil y primeros años de la postguerra en que La Hoja no se publicó.
Era el 30 de mayo de 1948 cuando salió de nuevo a la luz en la cuarta y última página de la Hoja diocesana de Zaragoza. Los nuevos redactores tenían que contar tantas ilusiones, tantos proyectos y noticias, que resultó insuficiente esa cuarta página; así que ya la Hojita número 9, en septiembre de ese año, tenía su nombre en la primera y última página (ganaba terreno, bueno,…papel) Y también estrenó una nueva cabecera firmada por una mujer, Sacrita Soro Sánchez.
Cabecera de la Hoja del Año 1948 realizada por Sacrita
A la que siguieron más cabeceras como las del Juez comarcal con plaza en Luna, Carmelo Mª Bruyel
Ver Cabeceras de la Hoja 1 y 2 realizadas por Carmelo Mª Bruyel
Los suscriptores y colaboradores iban aumentando. ¿Qué hacer entoces?
El iniciador de esta nueva etapa, Tomás Catalán Colón, que era el farmacéutico de Luna, sugirió a la Junta Rectora de Monlora que fuera independiente, como era antes; les pareció muy bien y desde 1954 sigue hasta hoy.
(Tomás Catalán tuvo la idea de crear un diálogo entre un personaje llamado Lumón (por Luna y Monlora) y un simpático siño Juan por el que contaban las noticias que corrían por el pueblo)
Como crecía el número de hermanos fuera de Luna, con aquellos que emigraron sobre todo a Zaragoza y Barcelona también la Hoja crecía en páginas porque los ausentes le necesitaban, querían saber y sentir a través de sus líneas todo lo que aconteciera en la tierra chica. Muchos de esos hijos ausentes escribieron en ella, ilustrado con alguna foto y todo en blanco y negro…:
David y Álvaro Castillo, Teodoro Sevilla, Edmundo Santolaria, Ignacio Villacampa, Honorio Duarte, Miguel Abad… El joven sacerdote de Luna Edmundo Apilluelo, recreaba en la Hoja toda la historia de Luna que no es poca, sacada del Archivo Arzobispal de Zaragoza.
Antonio Aranda de Sierra de Luna, residía en Zaragoza y como miembro de la Junta de la Filial de Zaragoza creó la sección de gabinete jurídico dando sus consejos y fue el pionero en escribir información de su pueblo, iniciándose sucesivamente la crónica de hermanos que en nuestros pueblos, del entorno de Monlora comunicaban sus noticias y su devoción a la Virgen que venía de tiempos remotos, como sabéis. Años después, Manuel Pérez de Sierra de Luna fue un incansable colaborador con sonetos, tradiciones y noticias de su pueblo.
* DIFICULTADES:
Unas veces económicas: porque la restauración de Monlora costaba mucho y tampoco sobraban pesetas, por eso vemos en alguna portada la frase “se ruega una limosna para su publicación”.
Otras veces faltaban colaboradores y la carga era para el Director y pocos más, hasta que surgían voces de aliento como ésta del periodista David Castillo en Tarragona:
“La noticia que en Luna se produce, aunque parezca nimia o intrascendente, adquiere con la distancia relieve y sustancia, y debe ser reflejada por esa entusiasta Redacción. Estimo que la Hoja no debe ser solamente mensaje ilusionado para los que nos hallamos fuera de Luna, sino para los que permanecen en ella.”
SIGNIFICADO de la Cabecera actual de la Hoja informativa desde 1972
La Imagen de la Virgen en primer término, destacada como motivo especial de nuestros afanes. La silueta de la montaña como sagrado, pedestal de sus plantas. La florecilla, fragancia del aroma de su montaña. La encina o carrasca donde se cobijó la imagen de la Virgen. La media luna, villa en cuyo término está enclavado. Las avecillas que vuelan hacia Monlora son los pueblos de la Comarca y todos los devotos que hacia aquel lugar peregrinan. También son Hojas de Monlora, cual palomas mensajeras.
* CUARTA ETAPA
Como se ha comentado anteriormente, en 1989 Tomás Catalán Colón sugirió a dos maestras para seguir la tarea de dirigir la Hoja, Julia Felices Berduque y Asunción Duarte Bandrés, siendo Asunción quien ejerce esa responsabilidad desde 1992.
Encuentro de Redactores de la Hoja, con Manuel Mindán y Tomás Catalán en 1989
El contenido de sus páginas siguió más o menos igual, salvo que ha ido aumentando el número de páginas y reduciendo el número de publicaciones al año: cuatro revistas de hasta 40 páginas en cada edición.
* SU CONTENIDO
Es muy variado, primeramente es la Información que da la Junta Rectora de la Hermandad, después hay información de los movimientos parroquiales y noticias de Luna y los pueblos del entorno de Monlora; hay artículos firmados que, unas veces expresan sentimientos personales porque la “Hojita parece que a veces llegue al cielo”, y otras son de interés histórico, poesías, propuestas de los hermanos, etc.
* ARCHIVO
La Hoja informativa de Monlora es archivada por los hermanos que la guardan para la posteridad, pero además en sitios tan especiales como la Biblioteca municipal de Luna, la Biblioteca de Aragón, el Archivo diocesano de Jaca y la Biblioteca Nacional de Madrid.
La Hermandad de Monlora tiene en proyecto digitalizar todas Hojitas desde 1918, que las conservó Tomás Catalán, así se podrá conocer lo publicado en estos 100 años, llenos de noticias, poesías, historia, proyectos, datos demográficos, curiosidades, sentimientos, locales y comarcales.
Cuando algo se escribe queda para siempre. Y halaga saber lo que dicen de la Hoja al encontrar un dato o historia en ella escrita. Por ejemplo, cuando encontraron la letra del Bolero de Luna, recopilada por Gregorio Arbués; o Caminito de Monlora canción de Francisco de Val; o el cuento El Yerno de la casa Lucas” de Sacrita Soro; o la creación del Club deportivo Luna en 1948; o la llegada del teléfono en 1958 y su coste de 471.000 ptas.; o la construcción de las escuelas en 1959 por 800.000 ptas.; o cual fue el resultado de las elecciones municipales en 1979…
Así tantas cosas…
No hablemos de los acontecimientos más importantes de Luna, la Comarca y Monlora con sus últimos moradores: las comunidades de Benedictinos, Clarisas y Marta y María.
Desde su fundación, su objetivo fue propagar la devoción a nuestra Virgen y mantener la unión de sus hijos espirituales, dispersos por toda la geografía hispana y aún internacional, contándoles durante 100 años la historia… ¡nuestra historia!
Pero, el mejor homenaje que podemos hacer en este centenario es llevarla en nuestro corazón y en el recuerdo, como Blanca Monreal Híjar que compuso esta bonita Poesía:
Un día un niño
tuvo un sueño:
levantaba de Monlora
el vuelo, una bandada
de palomas
llevando escrito en sus alas
un eterno mensaje:
hojitas como pañuelos
planearon sobre pueblos y ciudades.
Yo, te encontré en un desván
y te leí fascinada,
pues venías de allí
donde el paisaje es palabra.
Entre tus hojas respiré
el aroma de resina
y toda la calma y quietud
de los pinos silvestres.
Resplandor de historia,
sembradora de inquietudes,
evocadora de imágenes,
súplica que se eleva
intacta desde el espacio
diáfano de la altura;
portadora de noticias,
eco de voces roncas
de todos los campesinos
representados por el señor Juan.
Brotas cálida y despliegas
el candor de unos pueblos
que veneran a la Virgen.
¡Que tu voz no se apague !
¡Que tu presencia nos una!
¡Que siempre haya dispuesta
una pluma que te escriba,
y en la distancia,
un corazón que te sienta !
En los ochocientos años de Monlora, la transmisión oral fue importante realizada de padres a hijos, de pastores a sus repatanes, de ermitaños a devotos de los lugares por donde iban con su capilla; de beneficiados por los prodigios de la Virgen a aquellos que solicitaban su curación…
Pero la comunicación escrita llega verdaderamente con el nacimiento hace 100 años de la Hoja de Monlora, verdadera arteria por la que recibimos su influjo y también por la que podemos enviar nuestro sentir personal escribiendo en sus páginas.
Con este deseo felicitamos a la HOJA DE MONLORA:
“Que tu voz no se apague,
que tu presencia nos una,
que siempre haya una pluma que te escriba
y en la distancia un corazón que te sienta.”
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LUNA. Asun Duarte Bandrés. Febrero 2018
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