Monte de mil aromas,
Monte oloroso,
sosegada planicie
para el reposo.
La paz del Santuario
la evoco tanto,
que aún sueño a mis abuelos
con dulce encanto,
veraneando tranquilos
en tus pasillos,
mientras el sol quemaba
por los Sasillos.
¡Qué feliz veraneo!,
qué dulce gozo
bebiendo agua fresquica
del viejo pozo.
Qué corta era la siesta
del cuarto oscuro….
qué larga era la noche.
-Cómo me aburro,
oyendo mil historias
de hambres y guerras,
de frailes, peregrinos
y de doncellas.
Qué cortos los caminos
por la ladera.
Qué largos los rosarios
de las abuelas.
Qué hermoso es el paisaje
por la mañana,
qué bien se ven los pueblos,
cómo se afanan
acarreando a las eras
hordio y trigales.
¡Qué dorado el rastrojo
con sus fascales!
Monlora de mi infancia,
Monte sagrado,
la vida y las costumbres,
¡cuánto han cambiado!
Monlora de mis sueños,
Monte oloroso…
quiero junto a tu Encina
sentarme un poco,
y escribir mis recuerdos
para mi abuela,
¡la que tanto te quiso
y nació en Erla!
José Ramón Gaspar
Leida en LUNA, en los Actos XXV años de la Coronación de Ntra.Sra. de Monlora. A 23 de Septiembre de 1987
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