Aquel 9 de junio, no me quedé en la Fuente de Valdecarro, volví por la val abajo, hasta donde una olmera que plantarían ilusionados en el centro del valle, para tener buena sombra en verano, solo nos ofrece algún pequeño retoño, después de haber sido fuertemente atacada por la «grafiosis» que destruyó, prácticamente, todos los olmos de la comarca. Y desde allí, pasando por un nuevo edificio de los Forestales, a modo de cabaña pintada de blanco, se puede pasar, por una pista entre los pinos, a la siguiente val hacia el este, denominada «La Gabardilla» y descrita en la «Toponimia de Tauste» por Marcelino Cortés, así :
El topónimo se ha formado a partir del sustantivo gabarda y el sufijo diminutivo –illa (
La voz gabarda, gabardilla es de origen prerromano y se relaciona con el vasco gaparra, kaparra, que tiene el significado de «zarza, cambrón, chaparro, escaramujo».
Esta voz ha originado formas muy diversas: en catalán gavarra; en gascón, gabarro; en aragonés, además de gabarda, garrabera y galabardera.Como señala Nabarro, «gabardera es el nombre más común con que se designa al escaramujo o rosal silvestre».
La gabardilla es, pues, un fitotopónimo perteneciente al estrato arbustivo y herbáceo presente en el terreno.
Los matices históricos de este lugar, los desarrolla muy bien Miguel Angel Pallarés Giménez, en varios de sus escritos sobre el tema. Destacaré que los datos que describe, están documentados a partir del siglo XV, señalando que :
«la casa de La Gabardilla pudo formar parte de algún sistema militar antiguo, quizás protegiendo el camino que cruzaba los Montes de Castejón desde Zaragoza hacia Ejea, o preservando la seguridad de las vías pecuarias de la zona»
Está situada, esta antigua construcción, muy cerca de las mugas con Castejón de Valdejasa y de Zaragoza, quedando muy próxima a ella, las alambradas que impiden introducirse en el Campo de Maniobras de San Gregorio, en el Castellar.
Aunque su historia estuviera llena de acontecimientos, hoy se encuentra en pleno letargo de inactividad; tan solo agricultores y cazadores la visitan esporádicamente para sus faenas y aficiones respectivamente.
El día invita a disfrutar de estos bellos parajes, tan poco frecuentados y cargados de historia, donde viejos almendros perviven por su propia voluntad, y recuerdo que este mismo nombre de «La Gabardilla» y también entre pinares, lo tiene una pequeña ermita de Uncastillo, que visité en febrero. *Recordar pulsando negritas*
1 comentario
Buenos días,
Como se llega a este lugar? Soy miembro de la asociación Amigos de los Castillos de Aragón y me gustaría ir a realizar fotografías para incluir esta casa fuerte en el catalogo de fortificaciones y Castillos de Aragón.
Luis.
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