El Año 1928 comenzaron las obras del Pantano de Yesa, pero fue en 1959, cuando ya terminado, cerraba definitivamente sus compuertas. Así lo expresaba José Murillo Navascués en su libro «Así finaliza Tiermas», donde sus primeros versos, en tono lastimero, nos da cuenta del sentimiento de aquellas gentes que tienen que dejar su pueblo, sus tierras trabajadas generación tras generación, su casa y sus aperos de labranza en el secano, para ir a unos regadíos nuevos y ocupar una casa nueva.
«Para engrandecer a España,
Navarra y las Cinco Villas,
están haciendo un pantano
que a TIERMAS lo hace papilla.
Nos han pagado las fincas,
también la indemnización,
unos se han comprado pisos,
otros se han puesto camión.
Los que les gusta la tierra
siguiendo la tradición,
se van a vivir a El Bayo,
eso es colonización.
La gente ya va emigrando
con muchísima tristeza;
pero no hay otro remedio
porque han cerrado la presa.
Vemos como sube el agua
sepultando nuestras tierras,
¡tanto que dieron de sí
a los vecinos de TIERMAS.! «
En distintos momentos dejé constancia en este blog del pueblo de Tiermas, que aunque sus gentes fueron el 50% de los nuevos pobladores de El Bayo, ni una calle ni plaza lleva el nombre de Tiermas. *Recordar*
Su nombre seguro que permanece en la mente de muchos de sus vecinos, como en otras gentes y por las mismas razones mantienen el nombre de Ruesta, en la margen opuesta del pantano.
Ahora, una importante Revista, como Viajes.Nationalgeographic nos trae el nombre de Ruesta, con un magnífico artículo de José Alejandro Adamuz, resaltando el Premio Hispania Nostra 2021, a la intervención en las ruinas de Ruesta (Zaragoza), que fija el futuro del Camino de Santiago Francés a su paso por Aragón. Todo ello promovido y realizado por Sergio Sebastian, cuya figura resulta imprescindible para llenar de vida y naturalidad, lo que siempre será un claro vestigio de su pasado e historia. *VER*
Modestamente, para mis amigos también llegó la noticia a través de mi blog, copiada de Heraldo de Aragón. recordar.
Fotos que aparecen en la revista Nationalgeographic
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