Don Benjamín Bentura Remacha
Iglesia Parroquial de San Miguel, Rivas (Zaragoza),
Invierno de 2.019, 9 de Marzo
Obituario / Responso de la misa funeral por D. Benjamín Bentura.
Orgulloso de la tierra que lo vio nacer, Magallón, ejeano de alma y corazón, bastaban cinco minutos de conversación con él para sentirlo, madrileño, zaragozano y, como no, riverano de adopción, aquí descansará, casi nada,
Dejó un día su Madrid, el Madrid más apasionante de su momento, en lo profesional, en lo periodístico, en lo personal, en lo vital…..por volver a su tierra, a su querido Aragón, a sus Cinco Villas, ¿y sabéis porque lo hizo?, lo hizo por AMOR, por amor a sus gentes, por amor a sus tradiciones, y lo que es más importante, por amor a una riverana guapa, Mamen, su mujer, su amiga, su compañera,
Podría destacar mil cosas de él, pero el tiempo y el espacio apremia, ¿Cuáles?, su alegría de vivir, su confianza en la gente, a veces incluso hasta el exceso, era así, su curiosidad innata, sobresaliente conversador, “contador de cosas”, como una vez me explicó a mí: “más que periodista Pascual, lo que he querido ser es un contador de cosas”; tolerante, muy tolerante, positivo, moderno, ¿se puede ser moderno con 87 años?, ya lo creo, él lo era, y su conversación aire fresco sobre lo que fuese; enamorado de su pasado: Goya, Martincho, los toros, la casta brava aragonesa y Ejea, al final de todo, siempre Ejea; culto como un senador romano y humilde como un labrador cuando tocaba, yo soy hijo y nieto de labradores, se de lo que hablo, háganme caso; cariñoso y generoso hasta el exceso, su casa de Ejea fue la casa de todos.
¿Sus pasiones?, el arte, la cultura, la lectura, la fiesta brava y sobre todo cuatro personitas: Mariela, Blanca, Benjamín y Diego…..sus nietos, su sangre, su vida.
Hoy nos deja aquí, pero para los que somos creyentes también es un día de alegría, hoy Benjamín vuelve a estar con los que tanto echo en falta tantas veces, con su otra gente, con los que faltan, también hoy por ello, con el debido respeto Mamen, es un día con su motivo de alegría,
Ignacio, Benjamín (hijo), somos unos privilegiados, sin duda, y somos unos privilegiados por haber disfrutado de una generación de padres, que tan bien encarnaba Benjamín, que nos han enseñado lo más importante, lo que no te enseñan en ningún instituto, en ninguna universidad, en ninguna escuela de negocios…..el sentido de la familia, el sentido de la palabra, el sentido de la amistad, el sentido del honor, la vergüenza torera, eso el hijo de un cincovilles, el hijo de un ejeano, el hijo de un riverano lo aprende en casa, en su casa.
Hablaba estas últimas fiestas de Ejea en una terraza una noche con vuestro padre, hablaba de todo y de nada, y de un poeta uruguayo, de Mario Benedetti; cierto es, que tanto él como yo éramos más de prosa, de ensayos, de artículos, de novelas, pero Benedetti nos provocaba curiosidad, una vez creí leerle decir que “la vida son momentos” y a Benjamín le dije entre bromas que yo la cambiaría, que yo diría que “la vida son sonrisas”, tenemos que sonreír más, sonrisas como la suya, eterna, como la de Don Benjamín Bentura Remacha: Descanse en paz.
Pascual Ceamanos, un amigo, fue un honor.
Gracias Pascual por tu sentido escrito, que como amigo y buen conocedor de Benjamín Bentura Remacha, leíste en su funeral y hoy recordamos con todo afecto.
Tus palabras y la timbrada voz de Pepe Cabeza con su Ave María de Schubert, acompañado de órgano por Gloria Ungría, hicieron de su Funeral, un emotivo encuentro de despedida.
José Ramón Gaspar.
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