Siguen las Fiestas Patronales en esta Villa en Honor de la Virgen de la Oliva y yo sigo en el transcurso de las mismas, buscando motivos relacionados con ellas, para traer a mi Blog.
Hoy quiero recordar que fue el año 1902, precisamente en estas Fiestas Mayores, cuando llegó la luz eléctrica a Ejea de los Caballeros, gracias a la iniciativa y tesón de un molinero, un ejeano de adopción, donde fundó su familia, habiendo nacido en Sallent de Llobregat en 1858; su nombre Rosendo Pujol.
Recojo datos de Ejea Digital del año 2003, aportados por sus nietos y me parece importantísima la labor de aquel hombre, en favor del progreso de nuestra villa y que ésta, en el transcurso de los tiempos, no haya mostrado la más mínima atención por recordar a Rosendo Pujol.
Copio íntegro aquel artículo :
En 1902 llegó la luz eléctrica a Ejea.
Rosendo Pujol Grau nació el día 1 de Marzo de 1858 en Sallent de Llobregat y se trasladó a Barcelona donde aprendió el oficio de mecánico y por su gran afición a la ópera, consiguió entrar en El Liceo para manejar la máquina de vapor con la que se subían los pesados telones del escenario. Una compañía de seguros le encargaba con frecuencia peritaciones como consecuencia de algún siniestro y en una de estas ocasiones llegó por primera vez a Ejea de los Caballeros, le gustó el pueblo en el que vio posibilidades y decidió establecerse. Una vez en Ejea, se enteró que había un molino de piensos, situado en Luchán, que funcionaba mediante un salto de agua en la acequia de riego, y lo adquirió construyendo una fábrica de harina. Como el motor de agua era insuficiente para mover la fábrica, instaló una máquina de vapor con el que accionaba un alternador. Como producía más electricidad de la que consumía, hizo sociedad con un fabricante de harinas de Fitero para suministrar el alumbrado en el pueblo.
El día de la Virgen de la Oliva del año 1902 se inauguró oficialmente el alumbrado público en Ejea cuando eran muy pocos los pueblos que lo tenían y capitales de provincia todavía contaban con el alumbrado a gas. Rosendo colocó lámparas en el retablo del altar mayor de la iglesia de la Virgen de la Oliva, colocó un arco con bombillas rodeando la imagen de la Virgen y sustituyó las velas y lamparillas de aceite por bombillas y esa fue la iluminación hasta que recientemente se restauró la iglesia y se hizo una nueva instalación. Con motivo de aquel hecho histórico, los nietos han querido hacer algo para que aquel acontecimiento perdure en el recuerdo, sin embargo, todo ha sido inútil e incomprensiblemente nada se ha hecho por ahora al respecto.
3 comentarios
Injusto, incomprensible y desagradecido, el comportamiento del pueblo de Ejea por medio del alcalde y su corporación.
No se puede ningunear a quien hace progresar un pueblo con su iniciativa y su interés.
Me gustaría ver las explicaciones por las que actuaron de esta manera.
Me parece inaceptable el comportamiento del ayuntamiento hacia un hombre como Rosendo Pujol que leyendo lo que aquí describes Peperamón merecía consideración extraordinaria.
Pocos años viví en mi pueblo, y lejos de España he vivido la mayor parte de mi vida, pero no debemos olvidar cosas importantes que suceden allí donde están tus RAICES.
Gracias por hacernos recordar!!
Carmina
Los nietos de D. Rosendo Pujol Grau, quisimos conmemorar en el año 2002, el primer centenario de la instalación eléctrica de Ejea y, en varias ocasiones durante los años 2001 y 2002, hablamos acerca del tema con el Sr. alcalde al que le hicimos varias propustas, que prometió considerarlas, por que le parecieron interesantes. Insistimos varias veces, pero todo se fué demorando. Propusimos también al Sr Párroco y al Arzobispado de Zaragoza sufragar la iluminación interna de la iglesia del Salvador, substituyendo las lámparas actuales (que al parecer son provisionales), por otras de forja, mas acordes con el estilo de la iglesia, pero tampocpo obtuvimos respuesta, a pesar de insistir en numerosas ocasiones, por lo cual, tuvimos que desistir.
Lo único que logramos fué que, en el programa de las fiestas del año 2002, se publicase un pequeño artículo, glosando la figura de nuestro abuelo, escrito por mi hermano José Manuel.