Los «Amigos del Serrablo» resaltan en su página, su origen y labor realizada:
…Esas iglesias habían sido descubiertas en los años veinte y se había actuado en la de Lárrede en la década siguiente, pero a partir de entonces son ignoradas por un tiempo. Desde 1952 a 1958 estuvo destinado en este pueblo un cura joven y emprendedor, originario del País Vasco, don Jesús Auricenea.
Este sacerdote, consciente de la importancia artística de estos templos, realiza algunas mejoras en Lárrede, Isún, Satué,… Mosén Jesús viene a ser como un precursor de nuestra Asociación.
Posteriormente llega a las Cinco Villas, donde va descubriendo el valor artístico de muchas iglesias y su interés de cuidarlo, le lleva a la decisión de buscar apoyos para crear el Museo Diocesano, consiguiéndolo en 1963, gracias al Obispo D. Ángel Hidalgo.
Bien lo expone CAIaragón:
En 1962 se habían descubierto las pinturas románicas de Urriés, a partir de entonces, el museo supuso la recuperación de frescos de pintura mural de un gran número de iglesias, muchas de ellas abandonadas o en lugares inaccesibles, expuestas al expolio y la ruina.
Eran pinturas románicas y góticas sobre mortero, ocultas detrás de los retablos instalados tras la difusión de los gustos renacentistas.
Contiene un magnífico conjunto de pinturas murales, entre las que destacan varias: El conjunto de pinturas procedente de la Iglesia de los santos Julián y Basilisa de Bagües, que narra la historia de la Humanidad en su versión cristiana, desde la Creación hasta la ascensión a los cielos del Redentor.
Cierto que como cincovilles, me gustaría, que estos bienes estuvieran en sus lugares de origen, como digo al hablar de :: Bagües ::; pero reconozco que, conservadas y seguras, están mejor en el Museo de Jaca.
Aunque la finalidad de este post, como me pedía Alfonso, era recordar a D. Jesús Auricenea Garitacelaia (1928-1975), aquel joven vasco, cura de Navardún, que allí murió a los 47 años y se sigue recordando.
Recomiendo conocer las Pinturas de Bagüés en este Museo Diocesano de Jaca, de la mano de A. G. Omedes. ::Ver ::
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