Después de haber unido sus aguas el Arba de Luesia y el Arba de Biel, a la salida de Ejea de los Caballeros, perdiendo sus apellidos para denominarse, simplemente “El Arba” y, recibir en la misma partida de Escorón al río Riguel, fue construida sobre él, y en un asentamiento rocoso, la presa de Escorón. *Recordar lugar*
Cuenta Adolfo Castillo Genzor en una publicación de la Caja de Ahorros de Zaragoza Aragón y Rioja, el año 1973 :
Acopiar caudales líquidos fue el empeño constante de los taustanos, que ya en el siglo XIII se las ingenian para sangrar el Arba mediante un azud o presa construido en el término o partida de Escorón en 1248, formado de sillares engarzados entre sí y sujetos con grapas de hierro, como sabemos por el obispo Supervía, hijo ilustre de la población.
Según nos informa el cosmógrafo Labaña –tomando el dato del cronista Beuter-, era a la sazón señora y dueña temporal de la villa la reina doña Violante de Ungría, hermana de una santa –Isabel de Turingia- y abuela de otra –Isabel de Portugal-, además de ser la segunda esposa de Jaime el Conquistador.
Facilitaría la construcción de la presa, sin duda, el valimento de doña Violante cerca de su esposo, para que éste autorizase a los vasallos de la reina la ejecución de una obra que les permitió la creación de la Huerta Alta, única a disposición del vecindario, y aun así de riego eventual.
Lógicamente, el azud ha sido reconstruida en el correr de los tiempos, quedando constancia del año 1583 que lo hizo el maestro de obras Martín de la Barçana, y el año 1851 también se hicieron obras importantes, quedando esa fecha marcada en el arca de la toma, en el lado derecho de la presa.
Si inicialmente la presa solo había de servir para la captación de los caudales del Arba, que lo eran siempre eventuales, desde la llegada del Canal de las Bardenas, su servicio ha sido constante, ya que todo el año, a este punto del río llegan importantes caudales.
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