Las viejas cabañas junto a la paridera
Corraliza de Cuesta Rasa
Se dice que recordar es volver a vivir. Y hoy, después de visitar El Sabinar, charlar con Francisco Morente que volvía de dar un paseo con la bicicleta, he decidido dar una vuelta por «Cuestarrasa» debajo de La Bardena; aquellas tierras que mi familia, en compañía de otros agricultores, roturaron en los años treinta, donde a mí me llevaban los veranos, pues la vida en la recolección, la pasaba toda la familia en el monte.
La siega en los años buenos era muy dura, la segadora-atadora Mc.Cormick, tirada por tres o cuatro mulas, lanzaba «fajetes» sin parar que había que recoger y amontonarlos, colocados todos con las espigas hacia arriba menos los que se colocaban para cubrir el montón, con las espigas al interior, por si apredeaba. ¡Cómo me gustaría tener una foto de aquellos campos llenos de «fascales»!
La trilla era más llevadera, al menos yo recuerdo que los chicos no íbamos a acarrear la mies y la era con la trilladora, el carretillo de dos ruedas, los sacos de trigo, la paja y el horcón, etc. estaban cerca de la cabaña y allí estaba el agua fresca, por haberla tenido por la noche al sereno. Los balsetes estaban al pie de la ladera que recogian el agua de lluvia para beber y había que tenerlos límpios. Y abajo las balsas para abrevar a las caballerías. Nunca olvidé el miedo que me hizo pasar «la morena», la mula más mansa, sobre la cual, con mis cortos años, llevaba a beber agua y se metió al centro de la balsa para mojarse la tripa y a mí se me mojaron los pies, por lo menos. Cómo lloraría que me oyeron desde las cabañas.
Aún están en pie aquellas mismas cabañas, de las distintas familias que las hicieron, la paridera y las balsas, semienterradas. Siguen las «faceras» y las laderas llenas de tomillo, ontinas y esparto; muy cerca, a mayor altura los pinos y la acequia Cinco Villas, principal arteria del Canal de las Bardenas que lo ha transformado todo, y en los planos, en la tierra blanca y fuerte, los arrozales que antes fueron los campos de trigo Aragón 03.
Vale la pena recordar, cómo era la vida en el pasado de la agricultura y los agricultores, y reconocer que en el presente, aunque consideremos poco rentable, es mejor.
Vale la pena recordar, cómo era la vida en el pasado de la agricultura y los agricultores, y reconocer que en el presente, aunque consideremos poco rentable, es mejor.
Las viejas balsas de «Cuestarrasa». Los arrozales y al fondo Ejea.
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