Una de las 19 casillas cubierta con un manto de Fallopia
o Viña del Tibet (pulsar)
¡Tiene tantos años, que la Naturaleza reconoce que bien vale la pena engalanarla con flores!
Fue construida al borde de las vías del tren y a cuatro pasos de la población ejeana, dando servicio al ferrocarril Sádaba-Gallur inaugurado en marzo de 1915, junto a un camino de Trillar.
Allí vivieron distintas familias que al marcharse de aquella actividad, se llevaron en su equipaje el apodo de «casilleros». Los últimos en atenderla fueron la familia Vela.
Tras ellos, muchos años de abandono y sin cuidados, fue ocupada en largas temporadas por gentes extranjeras sin vivienda en la población y con trabajos precarios.
Aunque las funciones del ferrocarril terminaron el verano de 1970, dejando de circular por su camino de hierro, el Centenario de su nacimiento se tuvo muy en cuenta por el Ayuntamiento de Ejea, organizando una Exposición, recordada en este Blog. *VER* .
Un libro también quiso estar presente en aquel Centenario de la llegada del tren y Pedro Manuel Gonzalez Fraile con Mariano Rodríguez Gonzalvo, aportaron su saber y numerosos documentos, para ofrecernos los principios de aquel sueño de la comarca, las dos distintas opciones para su recorrido, su corta vida y la lenta agonía de aquel tren tan deseado en las Cinco Villas. *Recordar*
Son muy pocos los recuerdos que nos quedan de aquel tren de vía estrecha, alegrándonos encontrar alguna vieja casilla, aunque para conservarla, esté oculta por unas planta de Fallopia baldschuanica.
2 comentarios
Cuenta conmigo para lo que pueda serte útil; arquitectura, retablos y el ferrocarril, un saludo José María Valero
Gracias José Mª. En más de una ocasión he pensado en ti. Tendré en cuenta tu ofrecimiento.