No se puede remediar… En algo tenemos que ser superiores a los demás.
Cada pueblo o ciudad, siempre busca motivos en su entorno y destaca aquello que no tienen sus vecinos para considerarse superior. En coplas de jota, cuántas veces hemos reflejado lo importante que es un pueblo determinado, por algo que no lo tiene Madrid.
En distintos pueblos, todos con buenas iglesias, calles y casas bien cuidadas y buenas gentes, se esfuerzan por fotografiar y presumir de tener la calle más estrecha de la redolada. Y la verdad, que alguna da miedo meterte a cruzarla, por la dificultad que puedes encontrar para salir de ella.
Todas tienen su encanto y no será fácil cambiar su anchura. Esto mismo ocurre en Rivas, una calle estrecha en todo su recorrido, a la que le falta nombre, y que tiene el privilegio de tener como suelo la antigua muralla, construida en el siglo XVI por el Arzobispo D. Hernando de Aragón, para defender esta población de las riadas del Arba de Luesia.
Se construyeron buenos edificios en ambos lados de ella, pero se han mantenido las grandes piedras que conforman dicha muralla, como recuerdo de lo útil que fue en su momento para el pueblo de Rivas.
Lógicamente, la población ha crecido y son muchas las viviendas y otras construcciones realizadas en la parte exterior de la muralla, que da un toque de belleza impregnada de historia.
En otro momento conocí el lugar, *ver*
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