Tras visitar la iglesia sin su retablo mayor al finalizar sus obras y contemplar el tímpano de La Epifanía,
*ver* que gracias a un amable lector he corregido un lapsus en su texto, atendí la invitación de Josemari, y subí por la escalera de caracol hasta su cubierta o techumbre, toda ella de piedra, aunque hasta 1987 tenía sobre sus losas, las tejas árabes, que le restaban valor a esta iglesia románica.
Fue en esas fechas 1987-1989, cuando se realizaron las importantes obras que cambiaron la fisonomía de este templo.
Se quitó de su fachada principal, a la izquierda de su entrada, una construcción de sillería. que albergaba la escalera para subir al coro. En la parte derecha, se desmontó un añadido que ampliaba la sacristía y, en la torre, se limpio toda ella, se retiró el reloj, que más tarde se colocó en el Ayuntamiento y se cambió el final de la torre, que era de madera, por una construcción de ladrillo que nos recuerda detalles del Santuario de Torreciudad; y razones hay para ello, ya que esta importante restauración de la iglesia de Biota, fue llevada a cabo por quien fuera Arquitecto de dicho Santuario Mariano, D. Heliodoro Dols Morell (Premio Nacional de Arquitectura).
He podido ver las fotografías realizadas antes de las obras y, ciertamente valió la pena su restauración, aunque siempre quedan cosas por mejorar.
Hoy, con la sustitución de su pavimento interior y su limpieza de pinturas en su ábside, queda una iglesia digna de cuanto representa en el arte románico, y bien merece una pausada visita.
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Se quitaron las tejas y se redujo la sacristía
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Se sustituyó la madera por obra de ladrillo
Así estaba la torre con un reloj.
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Su añadido cubría un tramo de escalera al coro
Deterioro muy visible en 1987
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