La antigua paridera «del Torero»
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Debajo de las «Lomas de Vicario» desde donde llegan las aguas de lluvia
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Una de las dos balsas para beber ganados y aves
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Las cigüeñas como tantas aves, acuden al vertedero buscando alimentos
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Se sintió feliz Primitivo Naudín, cuando en los años ochenta pudo comprar «la paridera del Torero». Al fin, después de haber tenido sus rebaños, durante muchos años, en distintos corrales y parideras y en distintos montes del Saso, Valdemanzana o Marcueras, tenía su propio corral y a cuatro pasos de la población de Ejea.
El Corral, situado sobre una suave loma en los Boalares, al pie de los montículos de Vicario, donde está acondicionada la reserva como Campo de Tiro, y próximo a la zona, donde estuvo prevista la ampliación de la Estanca del Gancho, hoy se halla invadida por impresionantes bandas de aves de toda especie, que acuden al vertedero que se ha quedado en sus inmediaciones, y a sus balsas.
Estoy seguro, que se cumplirán las normas establecidas para estas actividades y el tratamiento adecuado para los residuos orgánicos que allí llegan; pero a poco más de dos km. de una población de 15.000 habitantes, casi a pie de la carretera a Castejón, la acumulación de las basuras de tantos pueblos, no cabe duda, crea problemas no solo malolientes, sino de impacto visual, y muy especialmente a la paridera, que tan ilusionado adquirió nuestro amigo Primitivo, y que hoy pertenece a su hijo.
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