Situación: N 42º18’51”- W 1º07’37”
La grandeza y belleza arquitectónica de Uncastillo, estoy convencido se extiende mucho más allá de su población y en muy distintas facetas. Frondosidad en las riberas de sus pequeños ríos, en sus fuentes y embalses, admirables ejemplares de carrascas, yacimientos romanos y afloramientos pétreos que conservan señales de vidas, amparadas en sus cavidades antiquísimas.
Me mostró en su móvil, mi amigo Rafael Atrián, alguno de esos bellos lugares, que como guarda forestal él conoce a la perfección, despertando en mi el deseo de conocerlos y, no dudé en llegar a ellos. Me indicó por dónde debía ir, y aunque ese día estaba de retén en el helipcótero contra posibles incendios, pude contar con él, a través del teléfono, cuando me surgió alguna duda en mi camino.
Llegué ante esa imponente mole de piedra, de dificil acceso, ya que está rodeada de tupida y fuerte vegetación y, exactamente, a buena altura están las hendiduras picadas en la piedra, de haber mantenido maderos para una posible techumbre. Sus huecos a modo de cueva, pudieron albergar a leñadores y cazadores, al menos.
Y en otro lugar, no lejano, unas piedras verticales que bien han podido ser clavadas en el monte y no surgir en el terreno de forma natural, me hacen pensar, que ante ellas, han podido realizarse ritos sagrados y misteriosos en anteriores épocas y culturas megalíticas.
Inserto la fotografía de este grupo de piedras verticales, que vale la pena darla a conocer y resaltar su situación. Está próxima a la carretera entre Malpica y Uncastillo y puede visitarse fácilmente.
Mi gratitud a Rafael Atrián que me ayudó a conocerlas.
Situación: N 42º18’57” -W 1º08’06”
¿Qué significado encierran la verticalidad de este grupo de piedras?
Una soñadora higuera que nació entre las piedras intenta crecer entre ellas.
Las marcas de la techumbre…
Cavidades que fueron habitadas.