Antiguo lavadero recientemente recuperado. (foto JJ. Mañas)
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Fue una de las primeras visitas que comenté en mi blog el año 2007, la que realizaba a la villa de Ardisa cuando su preciosa Cruz de Santa Ana, estaba en su lugar originario de toda la vida y que por las reformas agrícolas con la concentración de las tierras, en favor de un mejor cultivo, ocasionó que las aguas de lluvia acudían con más intensidad al lugar donde se asentaba la cruz. Con estas razones, su ayuntamiento consiguió que los cuidadores del patrimonio a nivel de la D.G.A., trasladasen la cruz a un lugar más sano y cercano a la población. :: recordar ::
Hoy la Cruz de Santa Ana está espléndida en su nuevo emplazamiento, pero lo que resalta en el tema de la recuperación es la llevada a cabo en su viejo lavadero, que como por arte de magia ha quedado incluido en un excepcional complejo de deporte y ocio.
He tenido la suerte de que Angelines, su alcaldesa, ha podido enseñarme paso a paso, todas las obras realizadas que fueron inauguradas en el 2008. Maravilla comtemplar todo lo realizado en unos espacios tan llanos y verdes, que se extinden desde la carretera hasta las orillas del río Gállego. Ese rio, que en 1932 al realizar la Presa de Ardisa, para llevar sus aguas al pantano de La Sotonera, dejo cubiertos para siempre un viejo puente medieval, cuya fotografía, permanece colgada en el pequeño bar de la villa.
Más abajo de donde queda sumergido el viejo puente, ha surgido un apacible embarcadero, cuyas aguas tranquilas pasan por debajo del nuevo puente que enlaza las dos comarcas: Las Cinco Villas y El Gállego, pertenecientes a las dos provincias: Zaragoza y Huesca. Por lo tanto :: Ardisa :: es un punto clave con respecto a su situación, aunque a su entrada, veamos sin actividad un flamante cuartel de la Guardia Civil.
El nuevo complejo deportivo, las restauraciones en su ermita y el la población, además de volver a la vida el viejo lavadero, resaltado incluso en los vídeos de Monesma sobre «Los oficios perdidos», dan una muestra de que el ayuntamiento de Ardisa, trabaja duro, por conseguir mejoras que hacen la vida más agradable para sus vecinos.
He pasado una mañana agradable entre estos amigos de Ardisa, pero dejamos para otro momento unas visitas que han quedado pendientes, y que muy gustoso volveré.
Hasta pronto.
Pabellón Municipal «San Vicente»
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