«Corral de Matías» en el Saso de Biota (Pulsar foto y agrandar)
Cecilio con su pequeño rebaño
En el dintel de la puerta, una bella inscripción picada en la piedra. AÑO 1878
Hasta mediados del siglo XX, el trabajo de agricultores y ganaderos en las zonas más alejadas de nuestros pueblos, obligaba a vivir largas temporadas en cabañas y parideras, más o menos acondicionadas y según la extensión de la finca y el número de cabezas de ganado que se tuviera. Así, he ido trayendo a mi blog pequeñas cabañas y lugares más emblemáticos, como La Gayata, Dehesas de Cotaz y otros de distintos lugares que han perdido la vida y esplendor de entonces, propiciados por el progreso, los coches y los tractores que para mejor, invadieron nuestros campos.
Hace un tiempo, con el deseo de conocer mejor las parideras del Monte Saso de Biota, que estaba en proceso de transformación en su sistema de riego, me entrevisté con varios amigos en el Bar Corvio de Biota, y así como José Mª Rived me había enseñado los interiores de la iglesia de San Miguel, Cecilio Erles se comprometió a acompañarme por esos lugares, y la primera visita que hice con su compañía, fue al «Corral de Matías» donde tenía su pequeño rebaño de ovejas.
La construcción de dicho corral está realizada principalmente, con la tosca de sus campos y algunas paredes de adobas, y como fecha de construcción, 1878, bien descrita en una gran piedra y colocada como dintel o sobre portal. Me llamó la atención y guardé la foto. Hoy podemos recordarla gracias a ese momento, porque los amigos de lo ajeno, han sido capaces de arrancarla de su lugar de origen para no se sabe que destino.
Mi amigo J. A. Viartola, actual propietario del «Corral de Matías», conocido actualmente como el Corral de la Estación, por su proximidad a la vieja estación de Biota, me comento el robo del sobreportal y las pilas de piedra, que junto al pozo manantío de buenas aguas, servían para abrevar el ganado.
Lamento que haya gentes con tan pocos escrúpulos, que quieran presumir de algo que no les pertenece y que tendrán que mantener oculto para que nadie les recuerde que esa inscripción de 1878 en la gran piedra, perteneció al «Corral de Matías» de Biota, y deseo que pronto pueda ser recuperada.
Recuerdo de cómo estaba sobre la entrada.
Cómo ha quedado…
Las viejas pilas, también robadas, que estuvieron…
…junto a los almendros del pozo.
2 comentarios
La forma de colocar las piedras en las paredes es una caracteristica tipica de las cinco villas… no la he podido encontrar en otros lugares de Aragón.
Un saludo
Impresionante!!, gracias por difundir las fotos.