«Y Argimiro Martín Alonso forjó en hierro el diseño de Orensanz,
en su herrería en el Barrio de los Carasoles en Ejea de los Caballeros.»
(Con esta última frase quedaría completa la información)
Los que conocíamos a Argimiro Martín, visitábamos su taller y quedábamos sorprendidos tantas veces con la variedad de sus trabajos, aparatos de luz, píes de lámpara, grandes y pequeños escudos y apliques como los colocados en nuestras iglesias, quedamos más seguros de que teníamos en el barrio de Los Carasoles de Ejea, a un genial artista, cuando Ángel Orensaz le encomendó la construcción, de las tres grandes figuras que componen el «Monumento a la Jota» en la población de Albalate del Arzobispo (Zaragoza): Los bailadores de la Jota de Albalate, hoy pieza obligada en todos los concursos, representan a Pascuala Sancho Pellicer, Alfonso Zapater Cerdán y al cantador «Tío Capacero».
Yo vi a Argimiro, feliz y emocionado, cuando ya terminado el trabajo se llevaron las figuras a exponerlas en la Diputación de Zaragoza; pero triste, muy triste cuando nadie le invitó a la inauguración del Monumento en Albalate del Arzobispo, aquel 17 de Mayo de 1970.
Yo vi a Argimiro, feliz y emocionado, cuando ya terminado el trabajo se llevaron las figuras a exponerlas en la Diputación de Zaragoza; pero triste, muy triste cuando nadie le invitó a la inauguración del Monumento en Albalate del Arzobispo, aquel 17 de Mayo de 1970.
A través de las «Memorias de Alfonso Zapater» editadas en Heraldo de Aragón, he sabido que Argimiro le comunicó a él, como a alguno de nosotros, sus sentimientos sobre ese olvido, después de conseguir doblegar el hierro y dar forma a tan esbeltas figuras, cantando y bailando la Jota Aragonesa.
Traigo a este blog para unir a mis palabras, estos recortes de prensa, con el deseo de aportar un poco de luz y afecto hacia la obra y al hombre, que no supimos reconocer en toda su dimensión.
Traigo a este blog para unir a mis palabras, estos recortes de prensa, con el deseo de aportar un poco de luz y afecto hacia la obra y al hombre, que no supimos reconocer en toda su dimensión.
5 comentarios
Argimiro Martin, mi tío, fue un hombre de un talento excepcional. Creó una multitud de obras que, a su manera, son inolvidables. Sin embargo, no firmaba todas sus creaciones, lo que dio lugar a malentendidos en los que algunas de sus obras fueron firmadas en su lugar, a veces sin que su nombre fuera mencionado. Es una gran tristeza, ya que dejó un legado considerable, pero pocas personas han llegado a comprender su verdadera magnitud. Quiero agradecer a este periodista por haber resaltado la magnitud del trabajo realizado por mi tío, quien, lamentablemente, falleció casi en el anonimato.
Nunca me cansaré de admirar tan bonitas esculturas, las he conocido durante toda mi vida.Las contemplas y ves la jota de Albalate, tan reconocida en el mundo de la Jota Aragonesa.
Gracias por honrar la memoria del abuelo de mis hijas, de Argimiro, era un artista como la copa de un pino:)
Gracias por honrar la memoria de mi tio Argimiro
Quienes lo conocimos y admiramos, siempre lo recordaremos. Gracias por tu comentario.